Cartas de los lectores

2 de octubre

‘Somos’
Qué será de nosotros cuando miremos a nuestro alrededor y nos demos cuenta de que hemos permitido que un sistema materialista,
inhumano y carente de valores e ideales ha callado ese Somos que cantaba Labordeta.
Ese Somos donde esos viejos árboles de los que habla la canción toman vida en la sencillez, la honradez, la autenticidad, la sabiduría, el espíritu de lucha, la sensibilidad y el amor a la vida de esos grandes que nos van dejando huérfanos aunque sólo sea de forma física. Nadie podrá borrar las palabras de Labordeta, Saramago, Benede-
tti, Delibes y tantos otros que aún tenían la esperanza de un mundo mejor.
Ese mundo que algún día será posible si todos nos unimos para que no talen del todo aquellos viejos árboles que nos protegen y nos dan vida. Y también será posible si dejamos crecer nuevos árboles.
Nur Simón Hidalgo / Madrid

Los días siguientes a la huelga general
Hemos hecho lo que teníamos que hacer y hemos sido muchos, la inmensa mayoría. La ciudadanía ha hablado y el Gobierno haría bien en escuchar a aquellos que, en su momento, le prestaron los votos (o no) y, ante la sordera de sus representantes políticos, se han expresado por la vía de la huelga general y la movilización popular.
Mal vamos cuando cada vez es más necesario el camino de la huelga para defender la democracia. En el fondo, lo que aquí se está dirimiendo no es otra cosa que el valor de las personas, de los ciudadanos y las ciudadanas frente al alien del capital desbocado, que se come todo lo que encuentra a su paso y no deja títere con cabeza, Estado del bienestar y regulación laboral incluidos. La guerra acaba de empezar.
De la misma manera, nosotros también haríamos muy bien en pensar dónde ponemos los votos (o no) cuando, llegado el momento, algunos maestros del esperpento nos cuenten sus "argumentos". La memoria es un arma muy poderosa que, al final, siempre, siempre, acaba poniendo a cada cual en el lugar que le corresponde. Zapatero y su Gobierno deberían reflexionar sobre ello. La lucha sigue y esta huelga no es un fin, sino el principio.
Pablo Antonio Rosa / Barcelona
La huelga general ya pasó,
y ahora, ¿qué hacemos?

Finalmente hubo huelga general, la primera del Gobierno Zapatero y la primera desde la que hubo contra aquel decretazo de Aznar de 2002. Por lo que parece, la cosa ha ido tranquila, aunque sin el seguimiento que los sindicatos esperaban. Y es por que en cierta medida ya no arrastran a la misma cantidad de gente que antes. Las reivindicaciones de los sindicatos son justas, eso sí, a nadie le gusta ser despedido de manera barata, menos mal que el Gobierno no ha permitido el despido libre que exige la patronal, que encima sigue haciéndose la mártir, la perseguida y la incomprendida en estas historias.
Julián Juan Lacasa
Madrid

En nuestros días, ¿sobran notas

o desafinos?
Que las personas formen colectivos bajo el propósito de reivindicar, proponer, defender u obtener mejoras que redunden en beneficio de sus legítimos intereses es algo que en las sociedades democráticas está fuera de cuestión, pues forma parte de su esencia.
De hecho, la corriente asociacionista es constante, dinámica y diversa: existen agrupaciones de afectados por enfermedades concretas, asociaciones de vecinos, organizaciones ecologistas, corporaciones de profesionales, federaciones de empresarios, sindicatos de trabajadores o gremios de artesanos. Lógicamente, la conducta de un determinado número de miembros de cualquiera de estos colectivos o agrupaciones sociales puede estar a un lado u otro de la frontera de la honestidad; las decisiones tomadas por los órganos directivos pueden ser más o menos acertadas o equilibradas; o la gestión puede brillar por su eficiencia o por su ausencia.
Pero, en cualquier caso, una cosa es criticar y poner en duda las acciones o comportamientos que se consideran desacertadas o inconvenientes y otra bien distinta es obviar o desacreditar el fin mismo de su existencia.
Para componer la deseada armonía del bienestar social, ¿sobran notas o desafinos?
Alejandro Prieto Orviz
Gujón (Asturias)

El castigo de unos no debe
repercutir en otros

Si la ciudadanía y los militantes del PSOE están cabreados con el presidente del Gobierno por la reforma laboral pueden demostrarlo cuando lleguen las elecciones generales. Pero castigar por ello a Trinidad Jiménez o a Tomás Gómez sería algo irresponsable, después de todo el trabajo que ha hecho la
ministra y lo que ha ayudado a la sanidad pública.
Cuando llegue la hora de castigar a Zapatero por endeudarse y recortar las ayudas sociales necesarias mientras dure la crisis, entonces será el momento de analizar con responsabilidad las políticas que nos han llevado a esta situación. Y si entonces los ciudadanos se dan cuenta de que prefieren el neoliberalismo de Aznar, que puso en bandeja a los grandes especuladores inmobiliarios los medios para que se enriquecieran en pocos años mientras que la mitad de país estaba hipotecado por ello, deberán votar en consecuencia.
Pero lo que está claro es que, como en cualquier democracia, el pueblo siempre va a tener la última palabra y debe usar el derecho a voto con responsabilidad.
Joaquín García Mayo
Getafe (Madrid)

A Toni Curtis, in memóriam
Se nos ha ido uno de los actores más emblemáticos de la historia del cine. Aquel muchacho nacido en Manhattan como Bernard Schwartz tenía para mí dos enormes méritos: ser uno de los protagonistas de la mejor comedia del cine de todos los tiempos, Con faldas y a lo loco, y ser el padre de una de las mujeres más bellas que se han visto en la pantalla, Jaime Lee Curtis, venus de exquisita y larga feminidad.
Jordi S. Berenguer / Barcelona

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