Cartas de los lectores

30 de junio

Confianza, sí, pero ¿en quién?
Las 51 páginas de que consta el discurso que Rajoy ha pronunciado en el Debate sobre el Estado de la Nación podrían resumirse en dos renglones sin que la sustancia intelectual del mismo se resintiera un ápice: Zapatero es el acoplamiento en una sola persona de los cuatro jinetes del Apocalipsis; por tanto, antes de que deje el país como un solar, lo que urge es la convocatoria de elecciones generales ya. Los interesados en conocer los detalles del pregón no encontrarán ni una sola propuesta concreta alternativa; no obstante, a título de curiosidad, les anuncio que lo más relevante de la intervención se encuentra en la página 37, donde se puede leer el título: "Falta lo fundamental: confianza". Es lo más destacado de la prédica, porque, si no recuerdo mal, en el último barómetro del CIS de abril, el líder del PP alcanzaba una valoración o nivel de confianza de 3,4 puntos sobre diez posibles. Como para tirar cohetes.
Enrique Chicote Serna / Arganda del Rey (Madrid)

El díalogo de sordos
del Estado de la Nación
A fecha de hoy, celebrar un Debate sobre el Estado de la Nación es como hablar al aire libre de la lluvia en medio del más copioso aguacero. Es malo. Tanto el estado de la nación como su debate, así como exponerse a la lluvia a cuerpo gentil. Casi mejor no hablar de ello. Los parlamentarios dan la impresión de que se encuentran encerrados en la carrera de San Jerónimo enzarzados en un diálogo de sordos. Uno, pretendiendo convencerse a sí mismo de la bondad de sus políticas, y el otro, intentando hacerse a la idea de que alguna vez será presidente y lo reclama por anticipado.
La escena de nuestros dirigentes enzarzados en ese estéril intercambio de lindezas, encerrados con el solo juguete de nuestra secuestrada soberanía, me recuerda a la película Cayo Largo. Qué espesa se hacía la atmósfera en aquel hotel húmedo, habitado únicamente por la banda de malhechores comandados por el villano Edward G. Robinson y el solitario héroe Humphrey Bogart que, abrazado a la misma encarnación del deseo (Lauren Bacall), buscaba febril el momento de deshacerse de aquella indeseable compañía de matones. Qué poco tiene que ver Rajoy con Edward G. Robinson, qué poco Zapatero con Humphrey Bogart... Y con quién podríamos comparar a Lauren Bacall. Por primera vez me doy cuenta de hasta qué punto la Cámara Baja hace honor a su nombre. Casi mejor, hablemos de la lluvia (que no viene nada mal en estas tórridas fechas).
Mario López Sellés
Madrid

De políticos espabilados
y la lentitud de la Justicia
Por poco tenemos un Gobierno valenciano presentable. Quiero decir sin imputados: todos los nuevos miembros aparecen limpios de cargos, a excepción de Camps. Debe de estar seguro de que la Justicia no culminará el proceso contra él por el affaire de los trajes de la Gürtel: cosa de nada, una minucia si se compara con las sustanciosas y millonarias adjudicaciones que el Consell hacía –mientras tanto– a las empresas de la trama corrupta y que, de momento, el mismo tribunal ha decidido no relacionarlo con el caso de los trajes ni investigarlo.

Así, el –por ahora– imputado president pensará en irse de rositas y, en el peor de los casos –tal como se lo ha montado el primer y principal imputado del País Valencià, Fabra– algún día prescribirá la cosa. No hay más que ir presentando recurso tras recurso sine díe y echarle las culpas de todo a Zapatero.
Larga vida a los políticos espabilados y a la lentitud desesperante de la Justicia. Así cualquiera.
Marc Antoni Adell
Valencia

La responsabilidad compartida de las hipotecas impagadas
Este no es mi caso, pero sí el de miles y miles de compatriotas españoles, con quienes me quiero unir al menos con mi comprensión. Ciudadanos en situación de desempleo que ven que sus casas les pueden ser arrebatadas por no poder pagar las hipotecas. Hipotecas que, hace unos años, los bancos invitaban a suscribir de forma asequible, otorgando a veces más del 100% del valor tasado. ¿Por qué no responden de este engaño con el dinero fácil que ganaron? No sería un mal ejemplo que algunos presidentes de bancos se vieran en esta misma situación, o el propio presidente del Banco de España, todos ellos con retribuciones millonarias a cambio de los ahorros de las familias. Familias humildes que sí confiaron en la banca española, mientras otras prefirieron depositar sus fortunas en paraísos fiscales. Hay un dicho que dice que no todos lloramos el mismo día; a ver si es verdad. Ojalá y vea el día que la justicia se aplica a todos por igual.
Uge López

Luego dirán que no atacan
el Estado del bienestar
No entiendo las razones que se dan desde el Ayuntamiento de Zaragoza para cerrar los centros de mayores los fines de semana. Parece ser que estos centros están al servicio sólo de los ancianos que en verano tienen la suerte de poder disfrutar en otros lugares... Si esto es así, aquellos que no tienen más lugar de esparcimiento y de relación con sus iguales que estos centros son castigados doblemente al ostracismo. No me puedo creer que partidos de izquierda propongan estos recortes. ¿Dónde ha quedado el ejercicio de empatía? Seguro que los 60.000 euros de ahorro a los que hacen referencia se pueden sacar de algún acto protocolario o de partidas publicitarias. Estamos hablando de ancianos, de servicios sociales. De verdad, espero que los que ahora apoyan estas medidas nunca se tengan que ver en esta situación.
Mª José Izquierdo Borao
Teruel

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