Cartas de los lectores

2 de septiembre

Consejera del desempleo
Alguien debería explicarle a Lucía Figar que, porque se haya añadido la palabra "empleo" a la Consejería de Educación, sus funciones no consisten en acabar con la enseñanza pública aumentando el número de profesores parados. La mayor parte de los funcionarios docentes trabajamos y mucho. Trabajamos por la sociedad en general, no sólo para los privilegiados que van a colegios privados. No nos quejamos del aumento de la carga de trabajo sino de la campaña de desprestigio y del continuo empeoramiento de nuestras condiciones laborales. La última burla ha sido anunciar que los sueldos de los profesores van ser compensados por las horas de más gracias a los profesores que no van a contratar forma encubierta de admitir que realmente, en dos años, 5.500 profesores interinos se han quedado en la calle–. Que se queden ese dinero. Nosotros no queremos enriquecernos gracias al paro de nuestros compañeros.
Eulalia Ramírez Nueda
Madrid

Reforma sí, pero no para recortar el bienestar social
Cuando me enteré de la reforma constitucional, me alegré, pues estoy a favor de esta medida. Pero la alegría me duró muy poco y es que enseguida advertí que no se hace para garantizar una vivienda digna, una salud pública de calidad, una educación en igualdad y libertad, un trabajo digno, las pensiones, la igualdad de género, el derecho a la sexualidad libre, que nuestros representantes sean personas honradas, que ninguna institución pueda discriminar por condición de género o sexualidad... Nuestra Constitución debería avalar todos estos derechos, pero actualmente no lo hace en su totalidad. Nuestro Gobierno y la oposición pretenden garantizar que salgan las cuentas a costa de disminuir los derechos de los ciudadanos en su totalidad, perjudicando claramente a los más desfavorecidos. Ellos no me representan, no representan al pueblo obrero ni garantizan el bienestar, sino todo lo contrario. No quiero un referéndum porque no quiero una Constitución que no representa a la mayoría de los ciudadanos. Reforma, sí, pero por y para el pueblo.
Eva María Mínguez Parreño
Sevilla

El cambio real en las iniciativas económicas
Los principios económicos e ideológicos que dominan el planeta están originando una degradación irreversible del medio ambiente, paro, explotación laboral, desigualdades sociales y pobreza. A pesar de ello, las soluciones que tratan de aplicar los gobiernos continúan basadas en un crecimiento económico que depende del consumo. Lo que proponen es un oxímoron, porque por una parte hay recortes salariales y menos créditos, pero por otra el crecimiento requiere de mayor consumo. ¿No sería lógico cambiar de raíz el sistema económico y sancionar e impedir la especulación bancaria, energética, del suelo y agroalimentaria? Si el planeta sufre una degradación medioambiental vertiginosa, con contaminación atmosférica, marina y terrestre, ¿no serían lógicas políticas que limitaran o impidieran la utilización de materias contaminantes? Si no hay empleo para todos, ¿no sería lógico crear por cada tres puestos de trabajo uno adicional reduciendo los salarios más altos? Hay que tener en cuenta que este sistema económico e ideológico es el causante del deterioro medioambiental, del sufrimiento e inanición de millones de personas y de la carencia de los derechos básicos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Manuel Ruiz Rubio

El Gobierno prefiere a los empresarios
Ya está bien de tratarnos como a tontos. El Gobierno piensa que con la ampliación de mejoras a los empresarios se va a contratar a más trabajadores, como si cuando el empresario contrata lo hiciese porque se mejoran las condiciones de contratación. Los empresarios sólo contratan cuando necesitan mano de obra para sus negocios, lo contrario no sería una empresa, sino una ONG.
Queda bien decir: "Mejor que parado es estar contratado temporalmente", pero los empresarios van a utilizar estas medidas para lucrarse todo lo que puedan en detrimento de la estabilidad y del poder adquisitivo de los trabajadores. Estamos perdiendo derechos y poder adquisitivo.
No tengan la menor duda de que el Partido Socialista aplaudirá estas medidas antisociales, porque, al fin y al cabo, está defendiendo a los que en plena crisis están sacando mayores beneficios.
Roberto Pérez

La solidaridad no es lo mismo que la caridad
La caridad nace de la lástima, del que ve la angustia de otro sabiendo que nunca se encontrará en esa posición. La solidaridad es otra cosa, nace desde la conciencia de la injusticia. No nace de la pena, nace de ver cómo atenaza la pobreza, el hambre, la exclusión social y la vulneración de derechos de millones de personas en el mundo. Nace de saber que nos mienten cuando nos dicen que un mundo mejor para más gente no es posible, que siempre habrá injusticias. La solidaridad nace de saber que ya no puedes mirar hacia otro lado, nace de un sentimiento de responsabilidad con el tiempo que te ha tocado vivir, de la conciencia de saber que si la realidad no está bien hay que cambiarla. De decir por ejemplo que hay más de 1.000 millones de hambrientos en el mundo. Que en los países del sur se dedica el 80% de las tierras a cultivos para la exportación. Que capitales extranjeros se han apropiado de 50 millones de hectáreas en estos países. La solidaridad es no darnos por vencidos y asumir un compromiso global por el futuro. Hoy conviene recordarlo más que nunca.
Javier Guzmán
Director de Veterinarios sin Fronteras

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