Rajoy: ¿ha valido la pena?
Al jefe de la oposición todo le huele a la Moncloa y ya puede decir en voz alta lo que quiera. Si llegado el caso hay que decir que restringirá la sanidad pública, no pasará nada, porque tiene la excusa perfecta: es la herencia que deja Zapatero. Pero, dada su condición de presidenciable, es de justicia hacer balance de lo que Rajoy ha hecho en estos últimos siete años: nada o, mejor dicho, nada a favor de su país, pero sí una pertinaz oposición destructiva desde 2004 hasta la fecha, herencia de esa absurda política de tierra quemada que le impuso la caverna saliente del último Gobierno de Aznar, además de ser cómplice y a la vez mentor de unos medios que han utilizado todo el catálogo de libelos, injurias y calumnias en temas que van desde el 11-M hasta las negociaciones con ETA, o desde la deuda soberana hasta el precio del barril de petróleo, y todo para obtener un adelanto electoral de cuatro meses. ¿Ha valido la pena?
Francisco Javier España Moscoso / Galapagar (Madrid)

La memoria perdida
de la Historia de España
España sufre desde hace tiempo la enfermedad de la desmemoria voluntaria. Testigos de nuestra historia desaparecen todos los días sin haber sido escuchados. Sus testimonios de lucha, de represión, de miedos, nunca se conocerán. No nos darán sus testimonios de denuncias tan anónimas como falsas que enviaban a cárceles saturadas o a la muerte al denunciado. Testimonios de incertidumbre e incredulidad tras una pena de muerte. Testimonios de unos campos de trabajo que existieron en España donde el valor de la vida era inexistente y se explotó a los presos.
Testimonios de destierros forzosos que castigaban sin el entorno familiar al desterrado. Testimonios de décadas de silencio y de humillaciones cotidianas en la España rural. Testimonios que cuando hace poco han salido a relucir se han dicho entre silencios, unos silencios que decían mucho más que las palabras.
La semana pasada murió mi amigo Valeriano, quien me contó cómo sufrió en primera persona la historia de nuestro país. Él, con su ejemplo, me enseñó el valor de la dignidad.
Antonio R. Jiménez
Madrid

Impuestos o imposiciones
según el PP
Después de darnos durante años el latazo de que no subía impuestos –falso, por otra parte–, el Partido Popular ha cambiado de opinión y dice que aumentar los impuestos ya sí es de derechas.
Pues bienvenida sea la rectificación, y abandonen la demagogia de que subir impuestos a los ricos conduce al paro, según la teoría económica de Cospedal. Hasta Berlusconi aumenta el IVA, que aquí fue objeto de la rebelión –con poco recorrido– de Aguirre. Ahora el PP habla de una "gran reforma fiscal" para paliar la falta de ingresos públicos, por lo que el cambio que propugnan como lema bien pudiera ser un cambio a peor, si la crisis se la van a hacer pagar a los de siempre, sobre todo en derechos laborales. De momento, el ataque en bloque contra los liberados sindicales debilita al asalariado y allana el camino, un toque autoritario de aviso a navegantes, para que sepan quién está al mando. El bendecido recorte presupuestario de nada menos que un 20% sin aumentar impuestos está dando pie a que el recorte no se haga sobre servicios superfluos ni ajustando la eficiencia administrativa, sino sobre los servicios sociales y acelerando las condiciones de privatización, so pretexto de cumplir el objetivo de déficit.

El calentamiento global
es lo peligroso
Noticia es que el PP sea un peligro para el clima porque es el único partido español que se opone a que Europa tome una decisión enérgica y recorte sus emisiones de CO² un 30% para el año 2020 con respecto a las de 1990, en vez del 20%, que es la propuesta actual.
Pero la noticia verdaderamente importante es lo peligroso que es el calentamiento: será devastador para todos, la mayor amenaza actual, aunque no lo creamos, más incluso que la crisis. Tanto que conviene dejarnos de distracciones y de excusas y ponernos a estudiar a fondo su tremenda peligrosidad. Porque la reacción debe ser enérgica e inmediata o ya será demasiado tarde. Movilización de todos, por supuesto, también del Partido Popular.
Pablo Osés Azcona
Fuengirola (Málaga)

Bildu sale a colación y sin venir
a cuento en Alcorcón
El pasado 26 de septiembre, el Ayuntamiento de Alcorcón (Madrid) celebró un pleno en el que el portavoz del grupo popular, ante una moción presentada por el grupo socialista y apoyada por Izquierda Unida-Los Verdes para que todos los concejales y cargos de confianza hicieran públicos de manera voluntaria en la página web del ayuntamiento sus sueldos, actividades y bienes, terminó recurriendo a Bildu para justificar el voto en contra de su grupo (que gobierna en el citado municipio tras las elecciones municipales del 22 de mayo).
El edil del PP argumentó que, mientras Bildu esté en las instituciones, ellos no darán a conocer a los ciudadanos sus ingresos ni su patrimonio. Una explicación que choca frontalmente con las declaraciones del presidente de su partido, Mariano Rajoy, sobre la transparencia en la gestión de los cargos públicos. Claro, que una cosa es predicar y otra dar trigo. En cualquier caso, y sin llegar a entender por qué los concejales del PP de Alcorcón se niegan a publicar esos datos, la peregrina excusa dada por su portavoz causa verdadero estupor. Ya vemos que Bildu sirve al PP tanto para un roto como para un descosido.
Emilio Testa
Alcorcón (Madrid)