El populismo de la derecha
Resulta difícil explicar cómo en países afectados por la crisis, las víctimas de dicha crisis pueden votar a partidos de la derecha como el PP, cuya identidad está ligada a los poderosos, y no apoyan a los partidos de la izquierda, históricamente asociados a los movimientos obreros y que han luchado por los derechos sociales. Vemos cómo partidos como el PP se limitan a repetir hasta la saciedad frases acusadoras de la gestión del Gobierno, confiando en que la repetición convierta la acusación en una "verdad". A ello se añade una total ausencia de rigor, que niega y desprecia la memoria. En 2011, los ciudadanos tienen el privilegio de observar ese populismo de la derecha antes de votar el 20-N, pueden ver cómo se destruyen derechos consolidados, cómo se ataca a la enseñanza pública, cómo se intenta desacreditar a los sindicatos, cómo la Iglesia católica vuelve a aparecer en las fotos y cómo se destruyen puestos de trabajo.
Carmen Mata Barreiro Profesora Titular de la Autónoma de Madrid

Objeción de conciencia
a los recortes
Ante los abusivos recortes de la Generalitat de Catalunya, que tienen como objetivos el ahorro pero aún más la destrucción del modelo de sanidad pública, es necesario hacer un llamamiento a los profesionales que están implicados en la gestión a que se rebelen contra estas directrices, que no las lleven a cabo, que por los medios que crean más efectivos, si es necesario con la dimisión en bloque, no encuentren a nadie dispuesto a hacer de brazo ejecutor del trabajo sucio.
En estos momentos, la resistencia es una cuestión de pura ética médica y de ética cívica, y también de dignidad cívico-sanitaria. Necesitan a los directores de centros de Atención Primaria para llevar a la práctica los cierres en la asistencia primaria y la degradación de las condiciones laborales de los profesionales.
La mayoría de estos gestores son titulados en Medicina o Enfermería. Ha llegado el momento de rogarles que antepongan su conciencia de sanitario a la de mando y cierren el paso a la ejecución real de las directrices de los que nada tienen que perder poniendo en peligro la salud e incluso la vida de la ciudadanía.
Gestores de la sanidad en cualquier nivel que estéis: rebelaos, decid basta, que salgan ellos de sus despachos, que den la cara. Es una petición personal, pero pienso que la deberían hacer todas las asociaciones científicas, profesionales, sindicales, vecinales y cualquier otra organización relacionada por activa o por pasiva con el mundo sanitario.
Lluis Capacete Novo
Médico de atención primaria
en Sabadell (Barcelona)

Reivindicaciones electorales
de alguien que se abstendrá
El 20-N pienso abstenerme porque tengo 61 años y ya no me fío, pero en las siguientes elecciones generales me propongo votar al partido que durante estos próximos cuatro años lleve a cabo un plan exhaustivo contra el fraude fiscal, repatríe los capitales de los españoles que tengan sus fortunas en paraísos fiscales, castigue sin contemplaciones la usura bancaria, expulse de sus filas a los corruptos, fulleros y cantamañanas que se vayan descubriendo y frene prebendas, privilegios y retribuciones exorbitantes de los cargos públicos, políticos y no políticos. Votaré a aquel que ordene publicar el presupuesto de la Casa del Rey y revise a la baja el Concordato con la Santa Sede, que cierre las empresas con empleados sin contrato y sancione con dureza a los trabajadores que defrauden a la Seguridad Social fingiendo enfermedades que no tienen. Al que persiga a médicos y profesionales libres que cobran minutas de escándalo en dinero negro y a las funerarias que se aprovechan del dolor de los familiares del fallecido para esquilmarles sus ahorros. Al que tome medidas drásticas hasta conseguir la equiparación real de salarios entre hombres y mujeres a igualdad de trabajo, al que coloque a los enseñantes en lo alto de la sociedad y acabe con las recomendaciones y las listas de espera en los hospitales públicos. Pero si dentro de cuatro años seguimos como hasta ahora, seguiré absteniéndome.
Enrique Chicote Serna
Arganda del Rey (Madrid)

La burbuja de las cajas
de ahorros
Las cajas han inflando la burbuja inmobiliaria inmisericordemente, los préstamos hipotecarios no los concedían sobre el valor de mercado de la vivienda, sino sobre la presunta capacidad de endeudamiento del solicitante. Un piso de 77 m² en Alcalá de Henares (Madrid), a un precio de 118.000 euros, tuvo cuatro potenciales compradores en el año 2010; el que superó el proceso selectivo de una caja de ahorros autonómica, entre otras obligaciones de fidelización (seguro de vida, seguro de hogar, tarjeta de crédito...), ha tenido que solicitar 153.000 euros, que era su límite de deuda asumible, que le han concedido tasando la vivienda en 193.000 euros. Ese dinero procede de depósitos propios y, sobre todo, de préstamos interbancarios adquiridos en otras entidades nacionales o internacionales.
Si el comprador hace frente a los pagos, se podrá mantener la ficción contable durante los 25 años de hipoteca, pero si la operación crediticia resulta un fiasco y la caja se tiene que quedar con el piso, no puede pretender sumar un valor tangible de 193.000 euros, porque la vivienda tiene el valor de mercado que tiene. Estos trucos los conocían también los especuladores que financiaron nuestro boom económico y ahora reclaman su dinero. Nos tienen cogidos por donde más nos duele: por la deuda; que era privada hasta que por sus dimensiones, de 7.551 millones de euros, ha pasado a ser pública.
Y el gobernador del Banco de España, que tanto ha hablado de recortes de salarios, de pensiones, de servicios públicos..., no ha hecho nada en este asunto.
Luis Fernando Crespo Zorita
Alcalá de Henares (Madrid)