Cartas de los lectores

11 de noviembre

¿Dónde están las mujeres?
Ha habido dos debates en televisión, el primero con los candidatos presidenciales del PP y el PSOE, dos hombres. Presencia justificada por el interés de la ciudadanía por oír a los candidatos, era a ellos a quienes se esperaba, pero... ¿cuál es la excusa para anular la presencia femenina en el segundo debate? Ni un solo partido ha apostado por dar la voz a una mujer, sólo las hemos oído en diferido representando a Coalición Canaria y a UPyD.
¿De verdad podemos creernos que les importamos? Alguien debería decirles que el movimiento se demuestra andando y que de poco valen las palabras si los hechos no las refrendan.
Desgraciadamente, la diferencia entre lo que se predica y lo que se practica sigue siendo abismal, por mucho que intenten maquillarlo con un par de frases grandilocuentes sobre la importancia de la igualdad de trato y oportunidades entre unas y otros.
Pilar Seoane Vázquez / Pontevedra

Ciao Berlusconi,
ciao democracia
Ya es oficial. Berlusconi dirá adiós al Gobierno italiano. Sin embargo, y aunque es una noticia que muchos esperábamos desde hace tiempo, este adiós se produce en unas circunstancias que hacen peligrar la democracia, al menos tal y como la entendíamos hasta ahora.
Y es que no fueron sus escándalos sexuales, ni los líos de corrupción los que fuerzan la marcha del primer ministro. Los mercados han obligado al dirigente político y empresario a decir adiós en contra de su propia voluntad. Por esa razón expreso mi preocupación ante una dictadura que cada día es más visible: la dictadura de la economía sobre los gobiernos elegidos democráticamente por un pueblo que ahora se siente traicionado y humillado.
Óscar Claramunt Aguayo
Tortosa (tarragona)

La filosofía actual

y su incompatibilidad con la ética
Tras la lectura de un artículo para iniciados acerca del funcionamiento de la amenazadora y temida prima de riesgo, uno extrae la conclusión de que los objetivos e intereses de los mercados son ajenos a la calidad de vida de la ciudadanía, distantes e impasibles ante la miseria y el sufrimiento... Es decir, parece que en sus bibliotecas no hay manuales de códigos éticos ni obras que hablen de los valores humanos. Y, en el caso de no haber entendido nada de lo leído, ¿cómo comprender que los intereses cobrados por los inversores sean más gravosos para los países que más dificultades económicas atraviesan? Desde la óptica de un sistema político y económico basado en el progreso y desarrollo del
bienestar social en el mundo, ¿es acertado ponérselo más difícil a quienes menos tienen? Llevado al terreno del ciudadano, es algo así como poner los créditos más caros a las familias y empresas con menor solvencia o negar las becas a los estudiantes con menos recursos. Si para alcanzar metas políticas no es válido el principio de que el fin justifica los medios, ¿es aceptable para obtener beneficios económicos? Con la filosofía actual de los mercados, ¿es factible que disminuyan las enormes desigualdades sociales? ¿Existe voluntad e interés en ello?
Alejandro Prieto Orviz
Gijón (Asturias)

Qué fue primero, el huevo
o la gallina
O bien sus asesores o bien la FAES han elaborado un programa electoral para Mariano Rajoy a su medida: sin ninguna promesa. Ningún colectivo podrá echarle nada en cara: ni jóvenes, ni mujeres, ni inmigrantes, ni mayores, ni pensionistas... Su prioridad es el empleo. Hasta ahí estamos de acuerdo. Rajoy no tiene o no quiere contarnos cómo lo va a hacer. Su molino de regar es simple: si trabajamos, pagamos impuestos, cotizaciones a la Seguridad Social y el Estado tendrá ingresos y se podrá hacer frente a todo. Él mismo ha reconocido que no sabe cuándo generará empleo y, preguntado sobre qué va a pasar durante ese período impredecible, contesta que la solución está en la confianza. Pero si a usted le falla la creación de empleo, España se irá donde todos estamos pensando, aunque no lo voy a escribir para que no me considere una persona insidiosa.
Eugenia López Martín

Exprimir a los becarios precarios
Hace unos días anunciaban a bombo y platillo que quienes habíamos trabajado como becarios ahora podríamos contar con dos de esos años de cara a la jubilación. Toda una concesión que debería alegrar la vida de entre 100.000 y 200.000 personas.
Parece un favor y, sin embargo, es la continuación de un abuso. Muchas de esas personas cobrábamos en 2003 unos 700 euros. Las instituciones públicas y algunas empresas sabían que eso era más barato que los 975 euros que podría costar contratarnos. No les importaba que no tuviésemos ningún tipo de derecho. Se excusaban diciendo que estábamos aprendiendo. Ahora me dicen que si quiero que dos de esos años cuenten tengo que pagar 120 euros por cada uno de esos 24 meses. Por quienes disfrutan de una beca ahora mismo se pagarán 48 euros, 6 euros el becario y 42 euros la empresa o institución que les contrate. Yo pagaré 20 veces más. En aquella época, sobreviví con mis 700 euros, Pero ahora me entero de que no fue así, que realmente cobraba 605. Lo que tu empresa no pagó, lo tengo que pagar yo ahora. Las arcas del Estado ingresarán 120 millones de euros anuales con estas medidas. Si hay que exprimir a alguien por qué no recurrir a quien ya sabe cómo soportarlo.
Ángel Blázquez Carrasco

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