Cartas de los lectores

05 de diciembre

Suma y sigue
La Iglesia da otra vuelta de tuerca a la peculiar interpretación que a veces hace de su doctrina. Ahora, el Vaticano se opone a la propuesta que hará Francia a las Naciones Unidas, en nombre de la Unión Europea, para que se despenalice la homosexualidad allí donde todavía es un delito.
El arzobispo Migliore, embajador ante la ONU, no pestañea cuando, a renglón seguido, afirma que el catecismo de la Iglesia es partidario de evitar "toda injusta discriminación" contra los homosexuales. Pero lo más paranoico, si cabe, es el argumento que da el arzobispo para que la ONU no se posicione contra los códigos penales homófobos: "Dicha declaración política creará nuevas discriminaciones". Que no se preocupe el embajador, que ya las combatirá la ONU como combatió las miles de infecciones por VIH en África por no usar métodos anticopectivos, algo a lo que el Vaticano también se opone.
Francí Xavier Muñoz/ Madrid

Miedo a la OTAN
La Alianza Atlántica ha decidido en la reunión ministerial que ha tenido lugar esta semana, no dar el visto bueno a la adhesión de Ucrania y Georgia. Sin duda, esto puede interpretarse como un intento de lograr reconducir sus relaciones con Rusia.
Aunque esta medida se ha adoptado por motivos políticos y geoestratégicos, muchas personas alegan, no sin razón, que en el supuesto de que Georgia hubiese estado en la OTAN cuando Rusia la invadió, la Alianza se habría visto obligada a intervenir.
En mi opinión, lo mejor que podría hacer Obama cuando se siente en el Despacho Oval, sería tratar de aplacar las iras rusas ante una posible incorporación de Georgia y Ucrania cediendo con el escudo antimisiles. Al fin y al cabo, Estados Unidos siempre ha recalcado que dicho escudo no va contra Rusia.
Jorge Ipiña/Bilbao

Ana Botella y el cambio climático
Dice el refrán que "dos que duermen en el mismo colchón, terminan siendo de la misma condición". Nada más cierto que este refrán a la vista de las declaraciones de la flamante delegada del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid.
Su afirmación de que el planeta debe estar al servicio del ser humano encierra una tremenda paradoja.
Si, como ella propone, usamos y abusamos de nuestro planeta porque el ser humano es el centro, ¿que nos quedará cuando se acaben los recursos?
Si seguimos derrochando así, con la curva del gasto energético en ascenso, con las reservas de petróleo cada vez más bajas y el aumento del agujero de ozono, no sé qué planeta vamos a dejar a nuestros hijos.
Maribel Martínez/ Zaragoza

ETA no da opción

Curioso juego de palabras el que ha llevado a cabo la banda terrorista en este último atentado. ETA vuelve a atentar contra la Y vasca. En euskera, ETA significa la conjunción copulativa Y. Pero nada más lejos de la realidad. Los asesinos no piensan en esa Y, sólo piensan en ETA, y se olvidan de lo que quiere la gran mayoría de la sociedad vasca.
La obra ferroviaria en la que estaba inmersa la empresa del asesinado Ignacio Uria ofrece, entre otras cosas, oportunidades, empleo y bienestar a los ciudadanos vascos, mientras que los terroristas sólo ofrecen asesinatos, asesinatos y más asesinatos.
Ahora, hay que ofrecerles las mismas opciones a ellos: desaparecer, desaparecer y, demostrando nuestro civismo, hacerlos desaparecer.
Alejo A. Martín/ Guipúzcoa

Los etarras marcan a hoja de ruta
Otra vez los pistoleros ahogan la movilización ciudadana y el derecho legítimo de oponerse al desarrollo insostenible de este sistema basado en el cemento, en perjuicio de un desarrollo sostenible.
Otra vez los asesinos golpean las esperanzas de los que defendemos el discurso político y la ideología como medio de expresar nuestras diferencias y similitudes. Otra vez las pistolas disponen de otra vida.
Otra vez los de siempre confunden ecología con limpieza política y desarrollo sostenible con asesinatos por la espalda.
Otra vez ETA marca la hoja de ruta. Los que nos oponemos al tren de alta velocidad y defendemos un tren de prestaciones altas y un tren social que vertebre verdaderamente el territorio y lo cohesione hemos recibido un tiro en la nuca. Otro tiro que tiñe de sangre e instrumentaliza una lucha ciudadana, pacífica y necesaria.
Gregorio Ojer/Navarra

Chupa chups
Ya sé que, desde que llegó el euro hace ocho años, todo ha subido, debería estar acostumbrado... pero no lo estoy.
El otro día recibí un buen susto cuando me cobraron 0,40 euros por uno de esos caramelos con palo para no chuparse los dedos. Traduciendo a la antigua moneda, un no te chupes-chupes los dedos equivale a 66,55 pesetas de las de antes.
Entiendo que sea un invento de fama mundial, de grandes ventas y creciente demanda que, siguiendo las teorías económicas del libre mercado, deba subir su precio aunque su tamaño decrezca, a simple vista, con el paso del tiempo. Si aplicáramos esas teorías, por ejemplo, al mercado del automóvil, cuyas ventas han caído un 50%, el precio de los coches debería bajar mucho más. Pues no, y esto ya no lo entiendo, porque rápidamente aplican el plan B: paran la producción, despiden gente y exigen ayudas millonarias al Gobierno, manteniendo los mismos precios y nivel de beneficios a costa del contribuyente.
En definitiva, los que siempre ganan siguen chupa que chupa, y los consumidores nos llevamos el palo. Paradojas del libre mercado.
Jesús Mª Muñoz /Trapagaran (Vizcaya)

Más Noticias