09/03/200909/03/2009

Por siempre esclavitud
Siglo tras siglo, con el paso del tiempo actuando de notario, ningún país ha realizado gesto alguno para levantar el yugo bajo el que se encuentran los pueblos africanos. Primero fueron esclavizados. Una vez abolida tal aberración, que mostró las miserias más satánicas del ser humano, el continente africano fue colonizado para más tarde, cuando ya eran pueblos libres, tener que cumplir con el pago del canon que supone la exigencia de un visado, nueva fórmula de esclavitud que ata a las gentes que sueñan con un mundo mejor que el lugar del que quieren huir.
Mientras cientos de miles de ojos asombrados se asoman al espectáculo que supone contemplar el paraíso (imagen distorsionada de Europa) que las antenas parabólicas transportan a todos los confines y rincones escondidos del planeta, originando un estallido de asombro tal que, allí donde se ven, genera de manera casi automática la decisión de partir en busca de esa tierra que tanto les ofrece. Una tierra que nosotros les negamos al ahogar sus sueños en un mar de papeleos burocráticos y frías fronteras infranqueables. Y eso si antes no se han ahogado en el Estrecho de Gibraltar.
Ellos buscan, simplemente, mejorar sus vidas, y lo hacen aun a costa de pagar con su propia muerte. En un mundo como el nuestro, en el que esto ocurre de manera constante, podemos afirmar que algo está fallando. ¿Alguien puede dar respuesta a esta inquietud asoladora? Mientras la respuesta sea el silencio, o mirar para otra parte, o encogerse de hombros, la conciencia no dejará de darnos algunas dentelladas.
Juan Carlos Pérez /Bormujos (Sevilla)

Plazos
Al PP le gusta poner plazos a los demás. La portavoz del partido en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, pone en cuarentena las decisiones del juez Garzón si no son de su gusto. Entonces no debería dar su opinión sobre el auto que implica a algunos altos cargos del PP hasta dentro de 40 días, tiempo suficiente para que se entere de su contenido, pues no lo conoce cuando pone la cuarentena, pero sí conoce la trayectoria de este juez y deduce que no le gusta. Lo que sucede es que nadie elige al juez que le acusa. Muchos lo rechazarían o le pondrían en cuarentena si pudieran. No creo que Soraya aguante 40 días para criticar al juez.
De todos modos, otros lo harán encantados. Otro plazo es el que ha dado el diputado del PP por Cádiz José Ignacio Landaluce: 24 horas para que Zapatero critique la visita de la princesa Ana de Inglaterra a Gibraltar. 40 días sería mucho esperar en esta ocasión. Sólo le ha concedido 24 horas para que exprese su opinión. No puede esperar más.
Se parece a las películas del viejo oeste, en las que se concedía al forastero un día para que abandonase el pueblo. Los conservadores están con los plazos que se pueden liar. Tendrán que contratar a un secretario para que los controle. A Garzón le dieron sólo unos días, al parecer, los que marca la ley, para que se inhibiera en los casos de corrupción que investiga y que afecta a algunos aforados del PP.
Garzón se ha tomado su tiempo, ha cumplido con su obligación, pero no se libra por ello de la cuarentena de Soraya, como si estuviese enfermo y sospechoso de contagio. Los demás españoles nos conformaremos con estar en cuaresma.
Antonio Nadal /Zaragoza

Funcionarios y políticos

Soy funcionario. Y me siento orgulloso de ello. Desde hace años intento cada día trabajar en beneficio de la sociedad, como, entiendo, deberían hacer los políticos que ocupan cargos públicos. No soy corrupto. Y no creo que se me pueda achacar ningún tipo de escasez o miseria nacional.
Las generalizaciones me parecen peligrosas. Y la afirmación de la presidenta de la Comunidad de Madrid ("Si todos los españoles fueran funcionarios, habría colas, escasez, hambre, miseria y corrupción"), una estupidez. Es evidente que si todos los españoles y españolas fueran maestros, bomberos o albañiles, este país no funcionaría como es debido (con todos mis respetos para tan dignas profesiones).
Me ofendería esa frase si no viniera de quien viene, alguien empeñado día a día en desprestigiar lo público, olvidando que ella debería ser la primera servidora pública.
Dos tristes reflexiones:
Con lo que leemos día a día en los periódicos, si yo fuera político, no sé si lo manifestaría con tanto orgullo.
Para alcanzar el apocalíptico panorama que describe la presidenta, bastaría un porcentaje bastante menor de políticos.
Luis Santos Hernández/Madrid

El contenedor de vidrio
El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una Ordenanza de Limpieza y Gestión de Residuos que ha puesto en funcionamiento una dotación de 300 detectives de la basura con licencia para registrar bolsas de desechos, multar a los infractores del reciclaje y, si las pesquisas no prosperan, sancionar a la comunidad de vecinos en tal caso.
La aguerrida concejala rescata el escarmiento que aplicaban los maestros de antaño, generalizando el castigo cuando no salía el autor de la trastada, convirtiéndonos a todos en delincuentes, delatores o ambas cosas. En cualquier caso, pocos agentes se me antojan para tan ímprobo trabajo y posibilidades recaudatorias tan halagüeñas.
Quizá la medida sea un primer paso de un plan más ambicioso que limpie la gestión administrativa de su comunidad autónoma con la creación de un nuevo contenedor (marrón, por ejemplo) para suciedades corporativas.
Afanémonos en el reciclaje y tiremos cada desperdicio donde corresponda: la botella al contenedor del vidrio.
Juan Torrens/Pamplona