Con negritas

La poda de Morgan Stanley en España

No ha transcurrido aún una semana desde que Morgan Stanley puso a la venta su división de banca privada en España y ya se ciernen sobre él un puñado de interesados en apropiárselo, con la presteza de los ansiosos buitres que en los western americanos vuelan en círculo alrededor de los moribundos, dispuestos a disputarse sus despojos sin pérdida de tiempo.

Entre los candidatos a sacar provecho de la decisión de Morgan Stanley, obligado a hacer caja para contrarrestar los efectos de la crisis subprime sobre sus resultados globales, están MIGUEL BLESA (Caja Madrid), ISIDRE FAINÉ (La Caixa) y FRANCISCO GONZÁLEZ (BBVA), buen conocedor de esta actividad, a la que se dedicaba hasta que en mayo de 1996, inesperadamente, su buen amigo JOSÉ MARÍA AZNAR lo catapultó a la presidencia de Argentaria.

La división de banca privada de Morgan Stanley en España tiene su origen en AB Asesores, sociedad capitaneada por SALVADOR GARCIA ATANCE que engulló a principios de 1999 con un coste cercano a los 50.000 millones de pesetas. Esa sociedad era competencia de la de Francisco González, FG Valores, que acabó en manos de Merrill Lynch por mucho menos dinero (unos 10.000 millones) tras el salto de su propietario a la primera división de las finanzas coincidiendo con la llegada del Partido Popular al poder.

El presidente del BBVA se encuentra, pues, ante la posibilidad de cobrar una pieza a la que duramente mucho tiempo miró con codicia, pero que ya no es ni de lejos lo que era. El principal valor de AB Asesores no radicaba en su importante cartera de clientes, ni en el respetable nombre que se labró en el mercado, sino en el talento profesional de quienes la alumbraron. Y de ésos en Morgan Stanley, para su infortunio, quedan muy pocos.

El propio García Atance, IGNACIO GARRALDA, PEDRO GUERRERO, actual presidente de Bankinter, su hermano RAFAEL, SANTIAGO SATRÚSTEGUI, SANTIAGO EGUIDAZU...  fueron descolgándose poco a poco para tomar otros derroteros y hacer a su manera lo que mejor saben hacer: administrar el patrimonio de sus clientes. Sólo JUAN GANDARIAS y JAVIER URRUTI se quedaron en Morgan Stanley y precisamente ellos, como consejeros delegados, tuvieron que pasar hace unos días el mal trago de comunicarle al atribulado personal que aquello por lo que habían luchado se acababa. 

Morgan Stanley cuenta en España con medio millar de empleados, repartidos en los servicios centrales y en una treinta de oficinas abiertas en las principales capitales de provincias. De la división de banca privada se ocupan unos doscientos, que manejan fondos valorados entre 6.000 y 8.000 millones de euros. El resto están dedicados a banca de inversión, mercado de capitales y gestión de grandes patrimonios. Su presidente es LUIS ISASI, un jerezano de 51 años forjado en la casa.

La decisión de adelgazar Morgan Stanley en España estuvo precedida por  la venta de QUILTER en el Reino Unido a finales de 2006. Tenía la misma especialidad y un volumen similar. El comprador fue CITIGROUP, el mayor banco del mundo, cuyos directivos ni siquiera podían sospechar entonces la que se les vendría encima sólo unos meses después al estallar la burbuja hipotecaria en Estados Unidos, que los ha obligado a recurrir incluso a fondos soberanos árabes para superar el bache.

Además del BBVA, La Caixa y Caja Madrid, a la rebatiña por la división de banca privada de Morgan Stanley se han sumado la BNP, FORTIS y los portugueses ESPIRITO SANTO y CAIXA GERAL. A casi todos ellos, sin embargo, les encantaría que en el paquete fuera la cartera de grandes patrimonios, de la que en principio no tiene intención de desprenderse Morgan Stanley, ya que proporciona buenos resultados a un bajo coste.

 

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