Aunque conoce sus tripas mejor que nadie, Unicaja tiene contadas posibilidades de quedarse con la intervenida Cajasur, a cuya subasta se ha presentado junto con otras seis entidades. MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ no le ha perdonado todavía que tensara tanto la cuerda en las infructuosas negociaciones para su fusión. Sobre todo, porque llovía sobre mojado, ya que también dio un paso atrás cuando se le pidió que saliera al rescate de Caja Castilla La Mancha.

La que sí tiene opciones es Cajasol, que ha sido expresamente invitada a pujar por la institución cordobesa. Su presidente, ANTONIO PULIDO, siempre ha visto clara la oportunidad de crecer que la actual reestructuración del sector le ofrece. Quiso absorber la caja castellano manchega, pero el Banco de España no le dejó; luego tanteó a las extremeñas, y al final sólo pudo llegar a un acuerdo con la de Guadalajara.

BRAULIO MEDEL, en cambio, ha sido menos activo, temeroso quizás de que un error de cálculo debilitara  la indiscutida consistencia financiera de Unicaja. El único movimiento que ha hecho es la anexión de Caja Jaén, una de las más pequeñas de España, con apenas mil millones de euros en activos. Eso ha contribuido al disgusto de Fernández Ordóñez, que tenía muchas esperanzas puestas en Unicaja para articular los cambios en el sistema.

De todas formas, aunque fuera entregada a Cajasol, no puede descartarse que Cajasur acabe en la órbita de Medel si JOSÉ ANTONIO GRIÑÁN recupera, como parece, el viejo proyecto de la caja única andaluza. Su predecesor al frente de la Junta, MANUEL CHAVES, luchó por ella sin éxito hace una década. Sin embargo, la situación es ahora distinta y además existe esa especie de bálsamo de fierabrás que se llama fusión fría.

Un SIP permitiría que todas las cajas de la región juntaran meriendas sin necesidad de perder su identidad local, al menos durante una temporada. Pero para ello sería necesario que Cajasur no cayera en manos ajenas y que Caja Granada volviera al redil, pues se ha comprometido ya con Penedés, Murcia y Sa Nostra.

El PSOE ve con buenos ojos la iniciativa de Griñán y más aún desde que RODRIGO RATO reforzó la influencia del PP en el sector tras la reciente alianza de Caja Madrid con Bancaja.