Salud en positivo

La orden del CIS

Ilustración: Verónica Montón Alegre.
Ilustración: Verónica Montón Alegre.

Parece que estamos de acuerdo en algo

No me sorprende, pero impresiona. Para aquellos que dicen que en este país solo nos ponemos de acuerdo para lo de estar en desacuerdo y para comernos las uvas.

La experiencia vivida, sufrida, va dejando su poso en forma de opinión, casi unánime de la ciudadanía.

Los resultados de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas publicada esta semana deja algunos datos de interés. En relación con las medidas adoptadas para el control de la pandemia dos resultados significativos: más del 85% de los ciudadanos piensa que fueron bastante o muy necesarias y el 75% que podría continuar con el aislamiento en casa, aunque con algunas medidas como los paseos o la actividad deportiva. Somos gente sensata y paciente. Incluso más de la mitad declaran que podrían confinarse más de un mes, el tiempo necesario, sin afectación de su salud o ánimo si fuera preciso. Y resistentes sin duda.

Centrándonos en el tema de la salud la encuesta nos revela que el 92% de la ciudadanía no tuvo necesidad de contactar con los servicios sanitarios por síntomas relacionados con el coronavirus. Sobre los que los que si lo hicieron la encuesta tiene datos muy altos de satisfacción en el trato.

¿Necesitamos reformas?

Y ahora viene lo llamativo. A la pregunta sobre si son necesarias reformas en el sistema sanitario el 90% (89,3%) de los encuestados responden afirmativamente. El apoyo a las medidas de reforma del sistema de salud es tan unánime que preocupa: el 97, si el 97, dice que hacen falta dedicar más recursos económicos, el 95, aumentar las plantillas, el 92 más coordinación entre CCAA y más recursos para prevenir pandemias.

Es como cuando preguntas a la familia sobre la conveniencia de pintar una de las habitaciones de la casa y 9 de cada 10, tes decs, te dicen que si, que ya, que quites de una vez el puto gotelé.

¿Y porqué preocuparnos? Porque la tendencia del sistema desde hace años es a una descapitalización continua, en recursos, en talento y en adaptación a las necesidades de las personas.  La sociedad de la cronicidad, el envejecimiento, la soledad y las desigualdades como grandes tendencias tiene un sistema aun basado en la medicina hospitalaria y en sus circuitos desanimantes.

Manos a la obra

No hemos hecho las reformas. Y la ciudadanía cada año, se apunta más a la privada, basada en un modelo de consumo como si la atención sanitaria fuera un producto de mercado más, puesto en el lineal del súper, abrillantado, apetitoso. Seguimos diciendo eso de que, para lo gordo, la pública, pero ¿cuánto tiempo más podremos mantener ese estatus sin reformas ni inversiones?

Nos hemos acostumbrado a oír que el sistema de salud español es excelente y que está entre los mejores del mundo. Si, para algunas cosas si. En bastantes otras, como todos, necesitamos mejorar mucho para recuperar la confianza de la ciudadanía, y la pandemia nos ha mostrado una buena lista de ellas.

En el fondo la encuesta dice lo que no queremos oír. Que los cambios son necesarios y urgentes, que la pandemia es una oportunidad para reformar nuestro sistema de salud, la joya de la corona del estado del bienestar. Una joya que de no tocarla se está apolillando y haciendo que la ciudadanía se conforme con bisutería bien presentada.

Las reformas son siempre complejas, y cada uno está convencido de que deben empezar por el de enfrente.

El total de la ciudadanía está de acuerdo en que debemos hacer cambios, probablemente el mensaje también es que debamos cambiar todos. Y no parece un mensaje, parece una orden.

FIRMANTES DEL BLOG

  • Rafael Sotoca. Médico de familia y activista sanitario. Fue director general de asistencia sanitaria de la Comunidad Valenciana.
  • Carmen Montón es embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos y ha sido Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social y Consellera de Sanidad.
  • Ricardo Campos. Médico Oftalmólogo. Ha sido Secretario General del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y subsecretario autonómico de sanidad.
  • Begoña Frades García. Psiquiatra y jefa del área de salud mental del Hospital Pare Jofre. Ha sido coordinadora autonómica de salud mental.
  • José Antonio López Cócera es enfermero especialista en salud mental y miembro de la comisión nacional de la especialidad.
  • Isabel González. Médica radióloga. Fue jefa de servicio y profesora asociada de radiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche así como Directora Gral. de la Alta Inspección y gerente de los departamentos de salud de San Juan de Alicante y La Ribera (Alzira)
  • Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas, Emergentes e Importadas. Ha sido profesor asociado de de medicina de la Universidad de Valencia y Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia.
  • Antonia García Valls. Asesora coordinadora en la Vicepresidencia Cuarta, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ha sido diputada en el congreso de los diputados.
  • Pere Herrera de Pablo. Medico de familia y médico SAMU. Ha ejercido como director del Servicio Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana.
  • Roser Falip Barangué. Doctora en Medicina y especialista en medicina de familia y en análisis clínicos. Ha sido gerente del departamento de salud de Alcoy.
  • Aurelio Duque Valencia. Médico de Familia y Comunitaria y representante sindical. Ha sido presidente de la Sociedad Científica de Medicina Familiar en la Comunitat Valenciana.
  • Verónica Montón Alegre. Artista interdisciplinar. Ilustradora del Blog Coronavirus en positivo.
  • Juan Domene. Médico Inspector en el servicio de calidad asistencial y seguridad del paciente. Ha sido gerente del departamento de salud Arnau de VilanovaLliria.

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