Expedición Malaspina

El relevo

FIDEL ECHEVARRÍA

El relevoHoy hemos iniciado la segunda etapa de la expedición Malaspina 2010. Acabamos de abandonar la bahía de Guanabara con las magníficas vistas de este entorno natural impresionante, casi surrealista, en que se ubica la ciudad de Río de Janeiro, y hemos puesto proa hacia el extremo sur de África, con el objetivo de arribar a Ciudad del Cabo en unas 3 semanas. Los últimos 4 días con el barco atracado a puerto han servido para re-aprovisionarnos y recargar pilas con un merecido descanso después de una primera etapa agotadora, en la que los científicos, técnicos y dotación a bordo han tenido que pulir todas las maniobras y tareas previstas en esta expedición. Hay que felicitar a todos los implicados en esta primera etapa porque han conseguido responder perfectamente a esta puesta a punto, y han dejado muy bien definidos cada uno de los protocolos y maniobras que nos proponíamos abordar.

Los técnicos de la Unidad de Tecnología Marina (UTM) y la dotación completa van a mantenerse a bordo en esta segunda etapa, y junto con dos investigadores de la primera etapa que también seguirán en esta, se van a convertir en la principal referencia para mantener todas las tareas sin cambios. El resto de científicos hemos llegado ahora y nos enfrentamos al reto de dar continuidad a lo que otros han iniciado. Nuestra misión es repetir las medidas que se hicieron en la primera etapa en estas aguas del Atlántico Sur utilizando la misma secuencia de procedimientos realizada en la primera etapa. Mantener los procedimientos homogéneos es una de las claves de la campaña Malaspina 2010, si queremos tener una visión completa del océano a escala planetaria tiene que ser basándonos en metodologías y procedimientos iguales a lo largo de toda la circunnavegación.

Para cumplir con este reto de hacer toda la campaña con medidas coherentes llevamos mucho tiempo trabajando. Desde hace casi dos años estamos elaborando lo que llamamos "libro blanco de métodos, técnicas y procedimientos", un manual que se ha terminado de perfilar a bordo durante la primera etapa, y que servirá para unificar estos métodos. Este libro blanco será una herramienta de gran utilidad durante la campaña, pero estamos seguros que terminará siendo una referencia para futuros trabajos y para otros investigadores en Ciencias Marinas. También se hizo en el mes de Mayo de 2010 una campaña de intercalibración aprovechando un tránsito del buque Hespérides en el que pudimos probar a bordo las principales metodologías que se iban a usar. Además, en los meses previos a la campaña hemos hecho reuniones específicas en distintos laboratorios para que los componentes de cada uno de los bloques temáticos del proyecto unificasen criterios y consensuasen las metodologías más adecuadas para estimar cada una de las variables que nos interesan.

A pesar de todo, hay una última clave para cumplir con este propósito de unificar métodos y homogeneizar toda la adquisición de datos a lo largo de la campaña completa. Se trata de darnos el relevo entre los equipos saliente y entrante de cada etapa en que hemos dividido la campaña. Esa comunicación directa en la que los que salen nos dicen dónde han puesto cada cosa, cómo resuelven los pequeños detalles de cada procedimiento ó qué trucos te ayudan a hacer mejor una tarea es muy importante para mantener la continuidad en este muestreo. Esta entrega del testigo ha sido una parte importante del trabajo que hemos hecho los científicos en estos últimos 4 días en Río de Janeiro. Debemos agradecer a los integrantes de la primera etapa este último esfuerzo de darnos el relevo en puerto, sacrificando horas de descanso y turismo después de una travesía agotadora. Hacer bien este relevo es fundamental para que todas las medidas sean comparables.

Hay otro relevo en marcha. Un tercio de los investigadores a bordo son jóvenes que inician su andadura en este mundo apasionante de la investigación oceanográfica realizando en esta campaña sus tesis de máster ó sus tesis doctorales. Hemos hecho un esfuerzo importante porque el proyecto Malaspina 2010 sirva de base para la formación de una nueva generación de investigadores marinos con una perspectiva global. Esta campaña debe ser también el inicio de un proceso de relevo generacional, en el que los mayores empezamos a preparar al siguiente equipo para cederles el testigo en unos años. De este esfuerzo de formación que pone las bases de este otro relevo ya os hablaré en una próxima entrada de este blog.

Fidel Echevarría, Universidad de Cádiz

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