Pato confinado

Receta de empanadillas caseras de atún, huevo y tomate

Empanadillas caseras.
Empanadillas caseras. Foto: Marcos Garzo en Pixabay.

Con permiso de las croquetas (alimento popular y populista donde los haya), las empanadillas pueden considerarse como un manjar del pueblo, un invento de la sabiduría nacional, el único alimento por el que vale la pena ir a la batalla (y no por unos espaguetis a la carbonara, como hacen los romanos, sacando sus bayonetas cuando alguien los mancha con crema de leche).

La empanadilla nos hermana. ¿A quién no le gustan? Niños y adultos, ancianos y animales de compañía, disfrutan de la magnética empanadilla. Es como la libertad guiando al pueblo. ¡Guiando a los estómagos hacia la felicidad! Triunfan en muchos lugares del mundo, desde la célebre empanada gallega a las samosas indias.

Las tenemos de todos los tipos y colores, su masa es omnívora. ¿Vegetariano? Tienes tu empanadilla. ¿Carnívoro? ¡Ché!, los argentinos son verdaderos maestros. Los gallegos le ponen hasta vieiras. Las puedes hacer al horno, fritas y hasta servirlas frías. Solo necesitan algo de imaginación: pollo mechado con puerro, carne picante con tomate, trocitos de pera con gorgonzola y nueces, taquitos de jamón dulce y queso fundible, tipo mozzarella...

El clásico de los clásicos es la empanadilla de atún, tomate y huevo. Si no la comiste de niño, seguramente algún espíritu maléfico te robó la infancia. Cremosas, hinchados los ingredientes en completa amistad. Aquí te enseñamos cómo hacerla y, una vez sabido el procedimiento, puedes amoldarla a tus rellenos y gustos más excéntricos (¿una empanadilla de mejillones en escabeche?).

Dificultad de la receta: Baja (si no haces la masa), como la altura que tenías cuando probaste una empanadilla por primera vez.

Nivel de emoción al comerlo: La misma sensación de salir al recreo del "cole" después de una clase de matemáticas.

Pega con... Vivir una aventura familiar donde cada mordisco te transporta a un nuevo reino de la nostalgia.

Partículas elementales: Hidratos, proteínas, minerales y vitaminas disfrazados de bocado supremo.

Receta de empanadillas caseras de atún, tomate y huevo

Ingredientes 4-6 personas:

  • Obleas para empadillas preparadas (si no quieres hacer tú la masa).

Si quieres hacer la masa:

  • 110 ml. de agua.
  • 110 gr. de mantequilla o aceite de oliva.
  • 350 gr. de harina de trigo.
  • Media cucharadita de sal.
  • 2 huevos (uno para la masa y otro para hornear).

Para el relleno:

  • 2 huevos cocidos.
  • 1/2 pimiento rojo.
  • 160 gr. de atún en conserva (al natural o en aceite).
  • 1 cebolla.
  • Tomate frito.
  • Pimienta negra.
  • Sal.

1. Prepara la masa de las empanadillas:

Pon en un cazo el agua y caliéntala. Añade la mantequilla y remueve hasta que se deshaga. Cuando esté casi derretida, retírala del fuego. Pon en un bol la harina, una pizca de sal y añade después el agua caliente con la mantequilla disuelta. Remueve y mezcla con una cuchara. Añade un huevo batido y sigue mezclando. Ve formando una masa compacta pero elástica. Si ves que está quedando muy gelatinosa, añade un poco más de harina; si parece un ladrillo, echa más agua caliente. Cuando esté compacta pero manejable, sácala del bol y ponla sobre una mesa o fuente. Pon un poco de harina sobre la superficie antes de pasar allí la masa. Empieza a amasarla con las manos (ponte unas gotitas de aceite en los dedos), dándole forma redonda, notando cómo se vuelve más suave al tacto. Cuando la masa esté completamente redonda, lisa y suave, ponla en un bol y cúbrelo con papel film o un paño, y déjalo reposar en la nevera mientras haces el relleno.

2. Haz el relleno:

Pela y pica finamente la cebolla. Lava y corta en daditos el pimiento rojo. Póchalos con un pelín de aceite en una sartén, a fuego medio-bajo y con la sartén tapada (alrededor de un cuarto de hora). Escurre el atún y mézclalo con la cebolla pochada (atemperada) y dos huevos duros bien picados. Remueve bien y añade después la salsa de tomate (no te pases, que salga un relleno con cuerpo). Echa una pizca de sal, pimienta negra o especias al gusto. Vuelve a mezclar.

3. Forma las empanadillas:

Saca la masa de la nevera y utiliza la parte que necesites para hacer las empanadillas. Corta la masa en pequeñas porciones y ponlas en una superficie que contenga un pelín de harina. Forma bolitas con ellas y empieza luego a alisarlas con un rodillo, también impregnado de un poco de harina. Una vez bien aplanadas, pon un poco de relleno en su interior (vigila con la cantidad porque de lo contrario te costará cerrarlas). Ciérralas sobre sí mismas y con la punta de un tenedor sella sus bordes (dándole la típica forma estriada).

4. Hornea las empanadillas:

Puedes freírlas en abundante aceite caliente o pasarlas por el horno. En este caso, bate un huevo en un recipiente. Pon las empanadillas en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado. Con un pincel barniza la superficie de las empanadillas con el huevo batido (así saldrán doradas). Ten el horno precalentado a 220 grados y tenlas alrededor de 10 minutos (aunque dependerá del tipo de horno y del tamaño de las empanadillas). Sácalas cuando estén doraditas y despégalas con cuidado con una espátula para servirlas.

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