El lomo embuchado es uno de nuestros embutidos más conocidos y tradicionales. Se elabora con lomo fresco de cerdo, adobado con especias (principalmente pimentón). Se cura y luego se deja secar durante varias semanas. Tiene un color sonrosado, un sabor delicado, y es salado.

La receta más básica y tradicional se puede elaborar en casa. Solo necesitas un trozo de lomo entero (si es muy grande puedes partirlo por la mitad), una mezcla de sal y azúcar, y especias.

Solo necesitas paciencia: tiene que estar unas tres semanas curándose en el frigorífico. Primero se sala y después se adoba. Con los días irá transmutándose, tomando el sabor del azúcar, la sal y el pimentón. Perderá parte de su tamaño y también soltará líquido al principio por la acción de la sal. Se enrolla con una venda para que las especias se adhieran y la carne tome su sabor.

Receta de lomo embuchado casero

Ingredientes 4-6 personas:

• 1 lomo entero de cerdo (600 gr.).
• 1 cucharada de pimentón dulce y otra de pimentón picante (que se reboce el lomo al completo).
• 1 cucharadita de hierbas provenzales, orégano o romero.
• 2 dientes de ajo.
• 1 cucharadita de pimienta negra.
• 400 gr. de sal.
• 200 gr. de azúcar.

1. Cura el lomo de cerdo:

Mezcla en un bol la sal y el azúcar. Pon la carne en una fuente o taper (el lomo tiene que estar ajustado), y cúbrela con la mezcla de sal y azúcar (pon una capa gruesa en la base del recipiente y después cubre toda la superficie de la carne). El lomo debe estar totalmente tapado, aprieta un poco la sal. Cierra el recipiente y déjalo en la nevera durante 48 horas.

2. Aboba el lomo:

Saca el lomo de la nevera. Verás que ha soltado bastante líquido (deséchalo). Seca el lomo muy bien con papel absorbente. Machaca los dientes de ajo y frota la carne con ellos. En un bol mezcla las especias y después reboza el lomo. Debe quedar completamente cubierto, y del color rojo del pimentón. Envuelve el lomo en una hoja de papel de cocina y enróllalo con una venda (que quede ligeramente apretado). Déjalo reposar en la nevera unos 21 días (en la parte de las verduras del frigorífico). Pasado ese tiempo, ya podrás hincarle el diente.