Pato confinado

Consejos para hacer el táper más saludable

Tupperware saludable.
Tupperware saludable. Foto: valeria_aksakova/ Freepik (www.freepik.com)

Fiambrera, táper, tupperware... o cajita del hambre. Comida portátil. Invento antiguo (ya se cita en el Quijote) que va cambiando de forma, materiales, nombres, y usos, a lo largo de la historia. Mejor amigo de quienes van a la piscina o la playa y no quieren gastarse un quintal en el restaurante o chiringuito de turno.

El verano, para muchos, es tiempo de táperes, pues es una opción económica y puede ser la más saludable. Prepararlos es todo un arte que vamos a ayudarte a desentrañar...

El táper suele dedicarse a las comidas, la ingesta más importante del día. Ocurre así en horario de oficina y también en verano. Su primera virtud es que permite preparar comidas totalmente caseras y, por tanto, más nutritivas. El problema, y especialmente en verano, es que debemos hacerlo de forma segura (con las altas temperaturas, y el cambio climático, la amenaza de contaminación aumenta).

Como solemos comerlo en la playa, la piscina, o campo, no hay normalmente opción de calentarlo. Así que la seguridad debe ser el primer factor a tener en cuenta en una época que es la favorita de las bacterias.

Normas de higiene

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), es básico seguir unas pautas adecuadas a la hora de manipular los alimentos que pondremos en nuestro táper. Uno debe lavarse las manos antes, durante, y después de manipular los alimentos. Tanto en la cocción como en la preparación, y cuando se introduzca la comida en el táper, la higiene es importante.

Lo mismo ocurre con los utensilios o tablas que se utilicen para el cocinado o el mismo táper. Se deben evitar las contaminaciones cruzadas. Como cuando se utiliza un cuchillo que ha estado en contacto con carne fresca, mariscos, pescados, o huevos, y después se usa para cortar una ensalada, o un alimento que se tomará crudo.

¿De cristal o plástico?

La misma agencia considera que tanto el táper de cristal como el de plástico son buena opción. No obstante, hay diferencias. El de cristal es más higiénico y fácil de limpiar, y no tiene tanto peligro de transmitir restos de materiales químicos como ocurre con el de plástico. El de plástico es más ligero, manejable y resistente, y no tiene el peligro de romperse de camino a la piscina.

La OCU considera que el de cristal es el más seguro, además de cien por cien reciclable. Lo mismo ocurre con los de cerámica o acero inoxidable. Hay estudios que apuntan a que algunas sustancias del plástico podría pasar a los alimentos, especialmente si los envases contienen alimentos con grasas o aceites.

Estos procesos de transferencia química no producen intoxicaciones agudas pero podrían tener efectos a largo plazo. Por eso no es recomendable verter alimentos muy calientes en los plásticos o recalentar la comida dentro del mismo táper en el microondas. Cuanto más viejo y mayor uso tenga el utensilio de plástico, y cuanto mayor tiempo haya estado en contacto con el alimento, mayor será la posibilidad de transferencia. Razón por la que es importante ir renovando nuestros táperes.

En todo caso, estos utensilios siempre deben ser aptos para transportar alimentos (se suele identificar con el símbolo de una copa y un tenedor).

Cómo hacer un táper saludable

Para conseguir un táper saludable lo ideal es la planificación. Pensar en alimentos que puedan aguantar bien sin refrigeración durante un rato y que sean sabrosos y saludables, no pesados o grasientos. Los platos que se pueden comer fríos son los más aconsejables, y siempre bien cocidos.

Desecha aquellos comestibles que se podrían malograr en la piscina o playa. Aunque tenga arraigo tradicional, toda receta que lleve mayonesa con huevo crudo es desaconsejable por el peligro de la Salmonella. La ensaladilla rusa no es buena idea si se usa huevo, por ejemplo. Las ensaladas completas son una de las mejores opciones para un táper saludable. De garbanzo, arroz o pasta, o sémola de trigo, como un tabulé, pueden estar muy ricas y ser nutritivas. Y mejor si son preparadas en el mismo día.

Los empanados de carne aguantan bien el transporte y se pueden comer fríos (aunque esta opción sería menos saludable que la anterior). Una tortilla de calabacín (siempre que esté muy bien cuajado el huevo) puede funcionar también, igual que todo tipo de verduras cocidas o frutas (un combinado, por ejemplo, de verdura y pasta, o una ensalada de frutas). En el caso de utilizar queso, lo mejor son los curados, pues resisten mejor el calor. Evita el exceso de sal, las salsas y, si lo aliñas, hazlo en el momento de comer.

Recuerda siempre refrigerar el táper antes de llevarlo a la piscina o playa, para que vaya frío y así aguante mejor y, sobre todo, para que no haya oportunidad de una contaminación anterior con el calor, mientras reposa olvidado en la cocina. Una vez en la playa o piscina, guárdalo en un lugar sombreado, nunca directamente bajo el sol. Si tienes la opción de refrigerarlo mediante una nevera portátil, mejor.

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