La trama mediática

El Parlamento, aislado del PP

En la sesión de la Diputación Permanente del Congreso del pasado martes hasta el que reparte los refrescos le vino a decir al PP que a lo mejor iba siendo hora de cambiar el disco paranoico. Emulando al Times cuando tituló "El continente se queda aislado de Gran Bretaña", ABC vio en la soledad de Soraya Sáenz de Santamaría la prueba irrefutable de que el partido de Rajoy está a un cuarto de hora de tomar La Moncloa. "El PP como alternativa" era el encabezado de un editorial que incluía argumentos (es un decir) como el que sigue: "Los populares tienen la oportunidad de hacer visibles las actuaciones -directas o indirectas- del Ejecutivo y de la Fiscalía para deteriorar la imagen de un partido que ha conseguido convertirse en genuina alternativa". ¿Entienden algo? Pues aguarden a leer este razonamiento de pata de banco: "Las acusaciones formuladas por el PP son muy graves, porque el legítimo derecho a ejercer la oposición es una seña de identidad de la democracia pluralista". Y ahora, me lo pasan a limpio.

Esta teoría de la conspiración, aunque ya cansina, por lo menos es actual. El Mundo y Libertad Digital aún siguen atornillados a una de hace cinco años. "La negativa del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco a practicar nuevas pruebas sobre los explosivos del 11-M es un error", proclama desde un editorial el periódico de Pedro J. Ramírez. "Hay, por lo tanto, una voluntad manifiesta de no tocar nada en lo referente al 11-M, o al menos nada que sea delicado y que pueda desencadenar un torrente de nuevas investigaciones, acaso incómodas para quien realmente está detrás de los atentados", le echa más trigo a la burra LD.

'Cataluña vive de lo que mata'

Para no aburrirles, obvio la parrafada que se casca Luis del Pino sobre la cuestión y, sin perder el rebufo de Libertad Digital, les copio y pego la penúltima demasía del autodenominado filósofo Agapito Maestre: "Cataluña vive de lo que mata. Es la comunidad parasitaria por excelencia de Europa; otro tanto, naturalmente, se podría decir del País Vasco y Navarra".

Uno, dos, tres, cuatro... ¿Han llegado ya a diez? Pues les anoto la coda de tamaña memez: "El gentío, eso que llamamos pueblo español, vive hace tiempo en una España desintegrada. El proceso de desintegración, que comenzó con la aprobación de una de las Constituciones más perversas que ha dado la historia de Europa, la del 78 español, terminó el mismo día que se aprobó el Estatuto de Cataluña". ¡Azuza!

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