La trama mediática

La Iglesia antiburguesa

Una hipótesis: en Cope se les ha pasado la revisión técnica del incensario central. Sólo eso o una remesa de hostias en mal estado pueden explicar el contenido de sus últimas Líneas editoriales. Miren cómo empezaba la de ayer: "Ya no hay sexos, ya no hay diferencia natural y objetiva que permita la aventura del amor, cada uno se construye su identidad sexual en función de una medida que siempre se queda estrecha". Me dirán que les llevo transcritos cientos de rasgados de casullas iguales. Es cierto, pero ninguno continuaba así: "Fracasada en buena medida la utopía de una sociedad de bienestar sin clases, el feminismo radical ha venido así en ayuda de un socialismo desorientado que ha asumido como propios postulados del individualismo burgués". Ahí lo tienen, los obispos afeando la conducta de la burguesía, palabra, por cierto, que no se utiliza desde que Losantos era maoista.

Compasión para los curas pederastas

La Iglesia y el sexo, peculiar tándem, ¿verdad? Sí, y más con la derrama cotidiana de curas de mano larga que nos traen los medios. Los penúltimos episodios han sido en Austria y Holanda. A ustedes y a mi nos han provocado asco y rabia. Al comprensivo (dejémoslo ahí) Arcadi Espada, sin embargo, estos delincuentes con sotana le dan penilla porque van a ser señalados por la malvada prensa roja. Tal que así se descolgaba ayer en El Mundo: "Los casos de los curas pederastas me inspiran una particular compasión. Ser pederasta es un grave problema; pero añadir la observancia de Dios y de la regla al asunto debe de ser una tragedia morbosa poco comparable. Hay algo más: cada vez que traen a un cura prendido en alguna de esas escandalosas redes advierto un hilillo de sangre en las fauces de la prensa socialdemócrata". Los victimarios son las víctimas. ¡Bravo, Espada!

No damos abasto para tanto autorretrato. Edurne Uriarte, de la que se dice que una vez sólo se equivocó en tres decimales sumando dos y dos, nos regala el suyo desde ABC. Enrolada en la partida de caza del juez campeador -¡ella, que fue fan!-, dispra postas contra el jienense: "Y Garzón, ebrio de vanidad y egolatría, como acostumbra, ha cometido el error de dejarse abrazar y adular por ella [la extrema izquierda]. Con una diferencia entre la extrema derecha que le acusa y la extrema izquierda que le defiende. La primera utiliza argumentos puramente jurídicos y la segunda, únicamente ideológicos". Pónganla en el álbum de cromos junto a Petón.

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