No hay duda: les van los uniformes. Por lo menos, a La Razón, ABC y El Mundo, que estamparon en sus primeras de ayer como única foto sendas imágenes de la milicia desfilando con cara de mala uva en la procesión del Corpus de Toledo. La de mayor tamaño y mayor cabreo lucía en el periódico de la mancheta azul bajo este titular: "Despojados de su honor". Un doliente sumario denunciaba la tremenda afrenta: "Pese a que el Ministerio de Defensa se comprometió a que la celebración sería 'como siempre', ayer no permitió rendir los tradicionales honores en el Corpus de Toledo".

Hay que irse a ABC para descubrir cuáles eran los tales honores birlados a la tropa: "Sin himno ni bandera. La enseña nacional no ondeó ni el Ejército pudo tocar el himno de Españo en los actos del Corpus por orden de Defensa", protestaba un titular insertado en una mareante instantánea de un soldado circunspecto junto a la famosa Custodia, más inclinida que la Torre de Pisa. Menos explícito en la demostración del enfado, El Mundo decía "Apaño de Chacón para rendir honores en el Corpus tras abolirlos".

Camps, casi probado inocente

No salió como esperaban la performance bélico-clerical, pero, a cambio, parece que van por buen camino las rogativas por la inocencia de San Paco Camps. La Razón da por hecho en su editorial que la verdad -o sea, su verdad- está a punto de refulgir: "El caso Gürtel ha empezado a girar 180 grados en la dirección que apuntaban las tesis editoriales mantenidas por La Razón de que, a falta de otras pruebas, estábamos ante una indecente operación de acoso a Francisco Camps con el propósito de lograr en el banquillo de los acusados lo que la izquierda no gana en las urnas".

Midiéndose un poco más, el editorialista de ABC tira del condicional, aunque difícilmente disimula que se está frotando las manos mientras escribe: "Si se ha ocultado una declaración favorable a Francisco Camps, habría quebrado la neutralidad a la que se deben jueces y fiscales en la investigación penal y estaríamos ante un caso escandaloso -y delictivo- de obstrucción a la justicia y de indefensión".

De martingala a martingala, y por aquello de variar la dieta, les dejo como postre el penúltimo potito de pseudonegociación facturado por La Gaceta, que aporta esta convincente prueba: "El Gobierno está abocado a negociar, ya que Zapatero necesita desesperadamente el balón de oxígeno de una paz vasca para salvarse de la quema económica". Claro.