Versión Libre

A ver qué dicen ahora los mercados

La estrategia del Gobierno para afrontar la crisis –primero, con políticas expansivas para estimular el consumo y salvar el sistema financiero; más recientemente, con planes de austeridad para controlar el déficit y la deuda– puede ser objeto de críticas. De hecho, desde este mismo espacio se han reprobado numerosas iniciativas por considerarlas injustas y plegadas a los dictados del mismo liberalismo causante de la crisis.

Hecha esta salvedad, alivia al menos constatar que las medidas empiezan a arrojar frutos en la dirección por la que ha apostado el Ejecutivo, lo cual no deja de ser un consuelo si se considera la desorientación en que navega la economía mundial. La importante reducción del déficit público a julio (2,44% del PIB, casi la mitad que el mismo mes del año anterior), conocida ayer, constituye la primera mejoría real de las cuentas públicas desde el inicio de la crisis. La cifra, que se explica en gran medida por la mecánica de recaudación del IVA y la contención del gasto, tenderá a empeorar en el siguiente semestre, pero permite al Gobierno albergar la esperanza de conseguir su objetivo de déficit para 2010.

La decisión de apostar por la contención del déficit se tomó con el fin de calmar a "los mercados", en momentos de un feroz ataque especulativo contra varios países europeos, incluido España. Lo que está ahora por ver, además de la reacción de los famosos mercados, es si las medidas lograrán su objetivo último, según el Gobierno, que consiste en reactivar la producción y generar empleo. De momento, no hay señales alentadoras en el horizonte en este terreno.

Más Noticias