No hay premio inocente, como lo demuestra el errático criterio que subyace en la concesión de los premios Nobel de la Paz, por no hablar del sesgo impreso por el pensamiento neoliberal dominante en los Nobel de Economía. Generalmente los premios se los conceden a sí mismos quienes los promueven, como bien demuestra la historia de los premios Planeta, una mera operación de márketing.

A José María Aznar le encantan los premios, hasta el punto de que intentó pagarse con nuestro dinero la medalla del Congreso de los Estados Unidos. Y ahora, ese oxímoron imposible llamado Universidad Católica (ciencia y fe, una combinación explosiva, cuando no cómica) le ha concedido otra medallita, a él y al ex presidente de Colombia Álvaro Uribe: el premio "La puerta del recuerdo". Lo concede, para más sarcasmo, un tal Observatorio Internacional Víctimas del Terrorismo, de la Fundación San Pablo CEU.

Presumen de ser dos víctimas del terrorismo. Aznar, que promovió una guerra ilegal e ilegítima que ha acarreado un millón de muertos en Irak. Y Álvaro Uribe, sobre el que recaen algo más que sospechas de ser el candidato de los paramilitares colombianos, esa guerrilla de extrema derecha financiada con el narcotráfico, responsable de la aniquilación de miles de campesinos.

Si ya parece un disparate que exista una universidad católica, donde los alumnos de Derecho aprenden que es justo que los hijos puedan ser condenados por los delitos de sus padres, como en el caso de Adán y Eva, donde los aspirantes a biólogos estudian que los dinosaurios nacieron en la misma semana que el ser humano, ¿qué les importa ya considerar víctimas del terrorismo a quienes propagan el terror?

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ACLARACIÓN:

Os va a parecer increíble, pero no puedo entrar en mi propio blog a comentar desde que se han hecho los cambios. Espero que mañana (hoy) se vayan solucionando los problemas, entre otros, el que yo mismo no pueda contestar a vuestras preguntas. He llamado a David, nuestro mago de la informática, pero no me coge el teléfono. Supongo que estará descansando después del dies horribilis que ha debido de tener.

Por cierto, hay quien expresaba alguna duda sobre el nivel de control o censura en este blog de ahora en adelante. Por supuesto que no han cambiado las normas, son las de siempre. Que yo sepa. A no ser que alguien haya puesto otras normas sin consultarme antes. Así que ruego que, antes de ver enemigos donde no los hay, expongáis las incidencias que vayáis sufriendo con los comentarios para que nuestro David intente solucionarlas según van surgiendo.

Es gracia que espera obtener de ustedes vosotros este seguro servidor que besa vuestras manos.