Unos cuarenta israelíes fueron interrogados y registrados a fondo el lunes en el aeropuerto de Estambul. De vuelta en Israel, dijeron que habían recibido un tratamiento "humillante" por parte de la policía turca, que les había obligado a deshacer el equipaje e incluso a desvestirse hasta quedarse en ropa interior durante el interrogatorio. Una turista dijo que la experiencia le había recordado las historias que su abuela le contaba de la Alemania nazi.

La prensa hebrea recogía ayer en sus portadas, con todo lujo de detalles, la "humillación" de los turistas israelíes. Sin embargo, ese mismo tratamiento es habitual en el aeropuerto de Tel Aviv. De hecho, la televisión turca había informado apenas unas horas antes que el día anterior, el domingo, unos cuarenta turistas turcos habían recibido un trato particularmente humillante en Ben Gurion.

Los turistas turcos dijeron que la seguridad israelí de Ben Gurion desmenuzó sus equipajes varias veces, y que luego les registraron personalmente a ellos, obligándoles a quedarse en ropa interior, les pidieron el número de teléfono en Turquía, así como otros datos personales como sus direcciones electrónicas o su estado civil.

Aunque los turcos no dieron ninguna explicación de por qué llevaron a cabo el registro de los turistas israelíes, en medios políticos israelíes se daba por seguro que era simplemente una reacción con la que querían demostrar que pueden compartarse de una manera tan desagradable como los israelíes.

El Yediot Ahronot parecía particularmente preocupado con el hecho de que la policía turca preguntara a los jóvenes israelíes varones si habían servido en unidades de combate del Ejército, y concretamente en la unidad de la marina que llevó a cabo el asalto de la Flotilla de la Libertad en mayo de 2010, en el que murieron nueve activistas turcos.

Las relaciones entre Turquía e Israel se están deteriorando muy rápidamente, y una vez más la "culpa original" la tiene el conflicto palestino, es decir la negativa de Israel a retirarse de los territorios ocupados en 1967. Los israelíes por nada del mundo parecen dispuestos a marcharse de Cisjordania.