Balagán

El programa de Lapid

Los resultados electorales revelan que el partido de Yair Lapid, Hay Futuro, que ha obtenido 19 escaños en la Kneset, solo ganó en Tel Aviv de entre todas las grandes ciudades israelíes.

Esta circunstancia confirma que se trata de un partido urbano (aunque no de todas las urbes) que consigue el apoyo principalmente de la clase media de Tel Aviv, y más especialmente de los asquenazis que aseguran estar hartos de soportar discriminación.

Mientras en Tel Aviv logró el 20,7 por ciento de los votos, en Jerusalén, donde ganaron los ultraortodoxos, Hay Futuro quedó en quinto lugar sin llegar siquiera al 7 por ciento.

El programa que Hay Futuro ha defendido durante la campaña aborda distintas cuestiones sociales y no es muy entusiasta con el proceso de paz con los palestinos. De hecho, Yair Lapid ha renunciado a formar un bloque con la oposición para no aliarse con los partidos árabes y no hay que olvidar que el primer acto de la campaña lo celebró en la colonia de Ariel, en los territorios ocupados, dos datos que son bastante indicativos.

Aun más, aunque dice que está a favor de una solución de dos Estados, Hay Futuro es partidario de quedarse con los bloques de grandes asentamientos, de no "dividir" Jerusalén y de seguir construyendo en las colonias judías ya existentes en Palestina.

En estas circunstancias, no hay que esperar progreso en la cuestión capital de la paz. Por supuesto, no hay que descartar que se inicie un diálogo más o menos pronto, ahora bien es difícil que Israel se avenga a detener la construcción en los territorios ocupados y a retirarse de los mismos. En realidad, todo progreso depende de la presión de Estados Unidos y por ahora no parece que el presidente Obama esté por la labor.

Cuestiones centrales del programa de Lapid son: la igualdad fiscal de manera que la clase media no tenga que soportar casi todo el peso fiscal.

La obligatoriedad del servicio militar o social para judíos ultraortodoxos y árabes. Solo 400 ultraortodoxos estarán exentos del servicio militar, tal y como acordó inicialmente Ben Gurion tras el establecimiento de Israel.

Se abaratará el precio de la vivienda, principalmente en las grandes ciudades, con la construcción de 150.000 viviendas que se alquilarán a los jóvenes.

Los recortes sociales se harán principalmente en las escuelas religiosas, incluidas las rabínicas, y en los asentamientos de los territorios ocupados. Los votantes de Hay Futuro no entienden por qué ellos tienen que financiar las viviendas y los servicios en los asentamientos judíos de Palestina y no en Tel Aviv.

En todas las escuelas, incluidas la religiosas, se impartirá un mismo programa escolar y los ultraortodoxos tendrán que estudiar matemáticas e historia como los estudiantes laicos.

Estas son algunas de las cuestiones que Hay Futuro pondrá sobre la mesa para entrar en un gobierno dirigido por Netanyahu, y todo indica que Netanyahu está dispuesto a ceder en algunas de ellas.

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