Ha aparecido un libro que aborda la realidad de Israel de una manera clara y sin rodeos, más allá de los tópicos que vemos en los medios de comunicación occidentales.

No se trata de un libro al uso, de esos que inundan el mercado y que se parecen entre sí como una gota de agua a otra.

Su autor es Max Blumenthal, un joven judío de Estados Unidos que ha pasado varios años en Israel informándose de lo que aquí acontece. Es hijo de un exconsejero del presidente Bill Clinton.

El libro se titula 'Goliath' y contiene una aproximación fidedigna a la realidad del estado judío. Blumenthal se quita los guantes y no duda en llamar a las cosas por su nombre.

Es posible que 'Goliath' cause conmoción entre quienes están acostumbrados a leer los editoriales "equidistantes" y los reportajes "equilibrados" de numerosos medios "imparciales" que recurren a cuidadosos eufemismos para no reflejar lo que está ocurriendo aquí desde hace ya muchos años.

Es cierto que los palestinos están sufriendo como consecuencia de la ocupación y que este sufrimiento puede o debe suscitar la simpatía de quienes siguen de cerca el conflicto.

Pero lo verdaderamente interesante es, con diferencia, lo que está aconteciendo en un Israel sumido en una vorágine de nacionalismo y religión que probablemente no tiene parangón en ninguna otra parte del planeta.

Blumenthal describe diversos aspectos de esa realidad, desde la educación que reciben los israelíes desde niños, un adoctrinamiento feroz que empieza en los jardines de infancia y que se prolonga durante toda la vida, pasando por el ambiente que reina en las colonias judías de los territorios ocupados, con el apoyo incondicional que reciben del establishment, incluidos los rabinos, hasta llegar al singular entramado de la incomparable casta asquenazi dominante.

El lector podrá hacerse una idea de cómo son algunos de los políticos que en Occidente cuentan con una imagen de moderados, centristas y hasta progresistas, como Tzipi Livni, Yair Lapid o Ehud Barak.

No se trata de un libro exhaustivo, sino de una introducción, pero una introducción obligatoria, que transmite una idea bastante ajustada del funcionamiento de este país y es imprescindible para cualquiera que se interese por Oriente Próximo en general y por Israel en particular.

CONTRAINDICACIONES: Está rigurosamente contraindicado para quienes viven en la burbuja de Tel Aviv y para quienes actúan como correa de transmisión de la hasbara, que a veces son la misma cosa.