Balagán

La anexión formal de Cisjordania y la falta de transparencia

Ha pasado el 1 de julio sin que Benjamín Netanyahu haya ejecutado la anexión del 30 por ciento de la Cisjordania ocupada. El primer ministro israelí había fijado el inicio de la anexión para esa fecha, pero las "discusiones" con EEUU siguen adelante.

El diario Israel Hayom, mu próximo a Netanyahu, citó el domingo a Morton Klein, presidente de la Organización Sionista de América, diciendo que la Casa Blanca le ha prometido que la luz verde para la anexión se producirá en los próximos 45 días.

La Organización Sionista de América, dice el rotativo de Tel Aviv, tiene una gran influencia en la Casa Blanca.

Durante las últimas semanas ha habido considerables protestas entre la comunidad internacional, pero a Netanyahu esas protestas se la traen al pairo. Él quiere aprovechar la circunstancia de que Donald Trump es quien corta el bacalao y que es más proisraelí que el propio Netanyahu, aunque a veces se le haya acusado de antisemitismo.

Además, las protestas de la comunidad internacional no tienen absolutamente ninguna incidencia en la política expansionista de Israel. Se vio cuando Israel se anexionó Jerusalén o cuando se anexionó el Golán sirio.

Entonces la comunidad internacional dijo que no reconocía esas anexiones, lo mismo que está diciendo ahora, pero las anexiones fueron adelante e Israel modificó sustancialmente la distribución de la población, introduciendo ilegalmente colonos judíos por un tubo para crear una situación irreversible.

La única manera de detener la anexión de Cisjordania y de revertir la situación sería adoptar duras sanciones contra el estad judío, las mismas que se adoptaron contra la Sudáfrica del aparteheid, máxime teniendo en cuenta que la situación de los palestinos es mucho peor de la situación de los negros sudafricanos, y que también es peor la desposesión que sufren los palestinos.

El problema es que no se ve por ninguna parte que la canciller Angela Merkel o el presidente Emmanuel Macron estén por la labor. Los mandatarios europeos solo saben hacer comunicados y declaraciones absurdas en el contexto actual, y no adoptan acciones eficaces, que es lo único que podría detener la expansión israelí y hacer cumplir las leyes internacionales.

Por su parte, el expresidente de la Kneset Avraham Burg ha dicho que es muy difícil ponerle una fecha a la anexión debido a la "falta de transparencia" que rodea al asunto. De hecho, la falta de transparencia es una característica básica de todas las políticas israelíes.

Más Noticias