Cartas de los lectores

8 de octubre

Los impuestos: ¿sacrificio o conquista social?
Los impuestos tienen mala prensa, lo que es coherente con políticas de derechas, guiadas por la defensa de intereses particulares a corto plazo. Pero es preocupante que desde la izquierda se hable de evitar "castigar a la clase media con aumentos de impuestos", o de la necesidad de que los ricos "se sacrifiquen también". Pero ¿por qué no explicar que gracias a ellos tenemos acceso a derechos que individualmente nunca estarían al alcance de la mayoría, como la sanidad, la educación o la cultura? Hoy más que nunca, la crisis global exige que, por encima de un cierto nivel de ingresos y con carácter progresivo, todos colaboremos, vía impuestos, no sólo para que nadie se vea desprotegido, sino para impulsar los cambios necesarios para sentar las bases de un futuro sostenible. Se trata de contribuir a una inversión que nos beneficiará a todos. Ello exige el debido control social. Reivindiquemos, pues, los impuestos como conquista social.
Daniel Gil Pérez
Alboraia (Valencia)

Preguntas ante las incongruencias del PP
¿Por qué nos dicen que el mercado ve con mejores ojos que la derecha mande en España y en cambio la misma fórmula no ha servido en Reino Unido, Portugal o Italia? ¿Por qué hemos de creer que esta crisis sólo es culpa del Gobierno actual y que los ocho años de Aznar –con su política del ladrillo, el pelotazo y la desindustrialización– no tienen nada que ver? ¿Por qué tenemos que creer que esta derecha que está destrozando el Estado del bienestar va a preservarlo cuando esté al frente del país? ¿Por qué podemos pensar que la derecha generará tres millones y medio de empleos en cuatro años? ¿Por qué debemos confiar en la honradez de esta derecha que defiende con uñas y dientes a sus implicados en casos de corrupción? Creo que son demasiados porqués, aunque espero, por el bien de todos, que tras el 20-N no tenga que formularme el último: ¿por qué hemos sido tan tontos?
Ursino Ugarte
Madrid

No deberían utilizar el miedo, sino infundir esperanza
Una persona asustada es una persona manipulable. Igual puede decirse de una sociedad. Últimamente, nuestros dirigentes repiten una y otra vez que la crisis va fatal, cada vez peor, y que por lo tanto nos esperan años de sangre, sudor y lágrimas como única forma de superar este doloroso y ya largo trance en el que nos encontramos.
Al respecto, cabría decirles a estos dirigentes que se dedican a meter miedo a la gente que lo que se espera de ellos son propuestas y soluciones, no retórica catastrofista. En segundo lugar, propongo la siguiente reflexión: ¿por qué estos dirigentes se mueven siempre en el contexto del miedo y no de la esperanza? Salir del marasmo en el que nos encontramos exige una sociedad fuerte y rearmada moral y políticamente para hacer los sacrificios necesarios pero con un fin claro y diáfano que no puede ser, como dicen algunos, volver a la situación inmediatamente anterior a la crisis. La inmensa mayoría estamos demandando otro tipo de políticas y soluciones más justas y correctas. Si algo ha demostrado esta crisis es que la economía no es (no debería ser) una labor de contables ni de usureros, sino de políticos con criterios solidarios y con visión de futuro, pues lo que se está dilucidando no es ni más ni menos que el futuro de las personas. Tener a una sociedad asustada y remisa es una clara estrategia que garantiza la pasividad social y el entreguismo.
Horacio Torvisco Pulido
Alcobendas (Madrid)

Hay más de una receta económica para salir de la crisis
Como única forma de salir de la crisis, se dice que hay que reducir gastos. Pero hay otras alternativas:
aumentar los ingresos con contratos de trabajo estable, fiscalidad progresiva, persecución del fraude fiscal y la economía sumergida, tasas financieras, fin de los paraísos fiscales...
Reestructurar gastos respetando lo que sí es prioritario: los sistemas públicos de sanidad, educación, pensiones, asistencia social...
Incentivar la creación de riqueza orientada a generar empleo.
Recortar gastos superfluos, gastos militares, cargos y prebendas de administraciones inoperantes, proyectos absurdos...
Pero la ambición y la avaricia de unos provoca que encima nos quieran hacer comulgar con ruedas de molino: hacernos creer que sólo existe su receta económica.
Amparo Navarro García
Santa Cruz de Tenerife

Eliminación de un banco... de los de sentarse
Lo han quitado, era un modesto banco –de los del dinero no, que esos van por otro lado–, de los de sentarse era; estaba situado en la avenida del Carril de Archena (Murcia) frente a Cajamurcia y cerca de Banesto (ambas entidades eran, seguramente, primas suyas o al menos tocayas). En él acomodábanse algunos ancianos y pensionistas en general; inmigrantes de diversos orígenes o gentes que venían de la compra –o iban–; paseantes, etc. Siempre que tuviese plazas libres, el pobre banco no discriminaba a nadie y era amigo de las tertulias, sin diferencia de credo político, ni idioma, ni equipo predilecto. Era un banco, de los de sentarse, democrático y de acogida.
El Ayuntamiento (mayoría absoluta del PP y alcaldesa del mismo partido conservador... ¿qué conserva? ¿Sólo procesiones casi diarias?) lo ha quitado hace unos días dejando a mucha gente huérfana de banco de los de sentarse. Alguna derecha tiene la misma sensibilidad social que un ladrillo del nueve. Quizá el Ayuntamiento de Archena lo ha vendido por lo de la crisis, ¿o lo volverá a colocar antes de la inminente campaña electoral? Va a ser que no, ¿verdad?
Jesualdo Ruiz Abenza
Archena (Murcia)

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