Cartas de los lectores

21 de octubre

Perplejidad
El ciudadano normal siente perplejidad ante la orientación favorable de las encuestas hacia una formación política –el PP– trufada de corruptos, depredadora de las economías donde gobierna y aniquiladora de los servicios públicos en educación y sanidad y que –si faltaba algo– aún está por condenar el genocidio franquista, cuando no hace exhibición. Todo eso con un líder sin carisma –Rajoy–, un presidente de honor cómplice de la dictadura –Fraga– y un ex que se comporta como un pirómano cada vez que abre la boca –Aznar–.
Y es que puede que se olvide que la clientela de los conservadores
–heredada directamente del franquismo– les es del todo adicta –la inquebrantable adhesión, ya se sabe– y les votan y votarán sistemáticamente, por más impresentables que se muestren. Sencillamente son los "suyos". Mal presagio y peor futuro con una democracia como la nuestra.
Marc Antoni Adell Valencia

¿Quién es temeroso del final
de ETA?
Estoy asombrado con la reacción de los políticos del PP y otros portavoces de la derecha española ante la Conferencia de Paz. Fuera de España se ha recibido como un buen paso para la desaparición de ETA.
Pero aquí han salido a la palestra personajes como Mayor Oreja o González Pons acusando al Gobierno con un discurso que está fuera de la realidad. Los españoles queremos acabar con ETA y los que tenemos origen vasco, todavía más. El PP sigue pensando exclusivamente en lo suyo. Teme que ETA diga que deja las armas antes del 20-N por una hipotética pérdida de votos. España no les importa, sólo les interesa el poder, recortar el Estado del bienestar, algo que ya aplican en sus autonomías, y por eso no se atreven a publicar su programa electoral y siguen sin hacer propuestas. Las tienen, pero no les interesa que los españoles las conozcan.
Pues con ETA es igual: prefieren que no digan nada antes de las elecciones. El PP no puede poner en riesgo el final de la violencia por sus intereses electorales.
Luis Ruiz Erro
Cantabria

Neojerga económica
para iniciados
Deuda soberana, recapitalización, financiarización, derivados, activos tóxicos, hedge funds, quita, deflación, estanflación, brokers, rating, credit default swaps (CDS), high frequency trading (HFT), joint ventures, reset, subprimes, fusión fría, etc. Este léxico cargado de anglicismos técnicos nos rodea y aturde por doquier y a todas horas, crea una espesa trama semántica tan oscura e inescrutable para no iniciados que cualquier ciudadano que quiera entender los elementos esenciales de esta crisis y del leviatánico capitalismo corrosivo que nos golpea tendría que cursar un máster intensivo de economía política y financiera. No estaría de más que, ya desde los jardines de infancia y luego en el resto del currículo del sistema educativo, se empezasen, de forma lúdica y gradual, a impartir los conocimientos ad hoc para desentrañar este neolenguaje que ya se maneja con desparpajo y ebrio frenesí. Tantas escuelas de negocios convierten a España en el paraíso de los futuros tiburones empresariales y financieros. En estos tres últimos años hemos aprendido a la fuerza más economía que en los 20 siglos anteriores. Con tanto experto España hallará, sin duda, a corto plazo su anhelada tierra de promisión.
Agustín Arroyo Carro

Madrid

La pescadilla que se muerde
la cola
Moody’s, Fitch o Standard & Poor’s han pasado en poco tiempo de ser unos perfectos desconocidos a ser el enemigo público número uno de las economías nacionales.
En los pueblos, aunque no entendamos mucho de economía, sabemos bien lo que es el "miedo al qué dirán", que al fin y al cabo es lo que representan estas agencias.
La última rebaja de la calificación a la deuda española apunta que "España sigue siendo vulnerable a la tensión de los mercados".
Naturalmente, y algo tendrán que ver en ello las sucesivas rebajas de la calificación de la deuda que anuncian estas mismas agencias de rating.
Estas calificaciones son unos indicadores para que los especuladores sepan hasta dónde pueden tensar la cuerda.
José María García Diago
Barcience (Toledo)

Los comités de sabios e ilustres y su asesoramiento
Los denominados "comités de sabios e ilustres" llevan campando a sus anchas a lo largo de la geografía política española en los últimos siete años. Hubo sabios para RTVE, para la enseñanza, para la construcción, para la electricidad, para presidir la UE, para acabar con ETA, para animar a Rubalcaba... y uno muy especial, que reclutó a varios premios Nobel, para asesorar a Zapatero sobre asuntos económicos en la anterior campaña electoral de las generales, que le infundieron ese optimismo casi patológico del que ha hecho gala hasta que las cifras del paro le hicieron bajar a la tierra.
¿Por qué aquellos sabios, a pesar de las evidencias, no previeron el fiasco económico en el que estamos ahora mismo, esta crisis galopante que nos amenaza con una pobreza tan extrema de recursos materiales y de espíritu?
La codicia humana es el gran problema, aunque no lo diga ninguno de los expertos al uso para evitarse enemigos y no resultar antipático, para que le convoquen para la siguiente reunión y recibir el correspondiente pago previo por asistencia.
Luis Fernando Crespo Zorita
Alcalá de Henares (Madrid)

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