El nuevo rey Midas
Érase una vez, en un lugar de Europa de cuyo nombre no quiero acordarme, un joven príncipe al que un exitoso militar designó para reocupar el trono que había sido de su abuelo, exiliado por unos súbditos descontentos. Llegó el principito con una mano delante y otra detrás, hasta el punto de que tuvieron que regalarle trajes. Pero apenas subió al trono, su cetro se convirtió en una varita mágica que, como la del rey Midas, convertía en oro cuanto tocaba, así que llegó a acumular cuantiosas riquezas. Una de sus hijas se casó con un apuesto atleta, que creyó poder imitar la magia real, pero algo debió de salirle mal porque atrajo el interés de los inspectores de Hacienda. ¿Que en los cuentos de reyes no hay inspectores de Hacienda? Bueno, es que este es un cuento posmoderno, porque también es verdad que cuando hay inspectores de Hacienda desaparecen los príncipes y sus encantamientos.
Josefa Ortega Oliar
Madrid

Congo o la historia de un saqueo
Ayer se celebraron en la República Democrática del Congo las segundas elecciones democráticas después de la Guerra Mundial Africana (1998-2003) que dejó más de cuatro millones de muertos. La guerra oficial ha acabado, pero la otra, la olvidada, continúa dejando muertos en la región del Kivu, en el este del país. Y aunque parezca que no tiene nada que ver con nosotros, tiene que ver, y mucho.
Porque RD Congo es patio de recreo de las transnacionales europeas, que alimentan conflictos armados por el control de las minas de coltán, mineral imprescindible para nuestros teléfonos móviles, consolas... o se reparten la tierra de cultivo, donde, según la campaña "Paren, aquí vive gente", el 50% de la tierra cultivable está en manos de inversionistas extranjeros que la utilizan para agrocombustibles, productos de exportación o simplemente especular con el precio de los alimentos. Deseamos que estas elecciones no generen más violencia y exigimos que una legislación europea controle a las transnacionales fuera de nuestras fronteras.
Javier Guzmán
Director de Veterinarios sin Fronteras

Las grandes crisis y sus consecuencias políticas
Me gusta mucho la Historia, pero a la vez me da miedo, sobre todo cuando recuerdo el dicho de que siempre se repite.
Ahora que estamos sumidos en una crisis económica de inmensa magnitud, recuerdo el último y similar precedente con la Gran Depresión del 29 que fue parecida a la que sufrimos hoy. Aquella vez, los vientos de la crisis nos trajeron las tempestades del auge de la ultraderecha con el III Reich en Alemania, la llegada al poder de Mussolini en Italia, la rebelión militar de Franco en nuestro país y por ende una Guerra Civil y posterior dictadura aquí, además de la II Guerra Mundial en Europa, lo que nos dejó como un erial.
Hoy contemplamos impasibles el auge y triunfo de la derecha más radical, siempre al servicio del capital que ahora llamamos mercado, en casi toda Europa como exaltación y para hacernos saber quién manda aquí, hasta el punto de provocar un cambio de Gobierno al servicio del mercado en Italia saltándose olímpicamente los dictados de las urnas, que es como les gusta hacer las cosas a quienes ni creen ni creerán nunca en la democracia.
Lo dicho, empieza a dar miedo.

Las pieles y el sufrimiento de los animales
Hoy es el Día Internacional Sin Pieles. Los abrigos de piel esconden muchos intereses económicos y por ello se habla poco del sufrimiento que padecen estos animales. Las pieles pueden parecer prendas muy atractivas, pero tras ellas se esconde un grave maltrato hacia ciertas especies. La mayoría de esos animales se cría en cautividad: nacen, viven y mueren hacinados en jaulas de siniestros barracones para convertirse en simples abrigos.
Miles de animales son maltratados, asfixiados, intoxicados, ahorcados, electrocutados y sacrificados para hacer un solo abrigo de piel. En Reino Unido e Irlanda las granjas peleteras ya son ilegales. En Holanda, ya se ha prohibido la importación de productos derivados de foca y numerosas personas se han unido para alzar su voz y acabar con el cruel negocio de las pieles. Hoy en día podemos abrigarnos con fibras como el algodón, el lino, el forro polar, la microfibra... sin necesidad de hacer sufrir a los animales.
Nuestra vanidad no debería ponerse por encima del sufrimiento.
María Pilar García Maza
Zaragoza

Decadencia en la Sanidad de Castilla y León
Fui al oftalmólogo del Clínico de Valladolid. En la mesa del fondo, un médico atendía a una persona mientras que a mí me atendía otro especialista en otra mesa de la misma sala.
Después de realizarme varias preguntas personales, le manifesté mi malestar por tener que responder ante desconocidos. El médico me contestó lacónico: es lo que hay.
Entretanto, entraban y salían más pacientes. Según la Ley sobre Derechos de la Salud, el sistema de Castilla y León "se orientará a la atención individual y a promover el bienestar y el trato adecuado del paciente. Al derecho a la intimidad y la confidencialidad". Juzguen ustedes mismos. En Atención al Paciente me dieron una hoja de reclamaciones: ya sabemos todos para lo que sirve. Es lo que hay. El oftalmólogo tenía razón.
Miguel A. Agüera González
Valladolid