Cartas de los lectores

8 de agosto

Crisis y PP
Se nos ha venido la crisis encima y los políticos dicen que la culpa es del petróleo. Porque el carburante sube de precio cada día, suben los alimentos, sube la luz, sube el costo de vida. Y algunos se empeñan en echarle la culpa al Gobierno.
Yo recuerdo que hace unos cinco años vino a España un tal Bush y prometió al señor Aznar, entonces presidente del Gobierno, que si apoyaba la guerra de Irak obtendríamos muchos beneficios. Y a las Azores se fue Aznar con sus amigos: el presidente inglés y el norteamericano, y el trío de presidentes decidió una guerra ilegal, no autorizada por la ONU ni aprobada por el Congreso. Han pasado cinco años desde entonces y el petróleo está por las nubes. Y claro, como consecuencia del aumento del precio del crudo sube la gasolina, y todo, y el PP le echa la culpa al Gobierno de Zapatero, pero ¿dónde están los beneficios prometidos?
Los ciudadanos, a veces, parece que tenemos poca memoria. Me viene a la cabeza cuando Felipe González estaba en el Gobierno y el PP no hacía más que decirle que se fuera y, también, cuando le decía que estaba vendiendo "las joyas de la abuela" al deshacerse de la empresas del Gobierno, aunque fuesen poco rentables. Pero la mayor joya, Telefónica, se la vendió Aznar a un amigo suyo. ¿Cuántos millones valió? ¿Adónde fueron a parar?
Señor Rajoy, dele soluciones al Gobierno para acabar con la crisis. Reclámele a Bush, en nombre de Aznar, los prometidos beneficios, y seguramente la solucionaremos. ¿O es que unos provocaron la crisis aceptando promesas incumplibles y otros tienen que solucionarlas?
Se me acaba de ocurrir otra idea: si, como todos somos iguales ante la ley, todos cobráramos el salario mínimo interprofesional, seguramente la crisis no sería tanta. ¿Querría alguien ser presidente del Gobierno si cobrara 600 u 800 euros de salario mensual?
Agustín García Alonso / Castrocalbón (León)

Abandonado por la administración
Valdemoro, en Guadalajara, es un pueblo sin servicios que por no tener no tiene agua. La que hay llega de un manantial cercano y no sirve ni para beber ni cocinar, y en verano, en cuanto aumenta un poco la población, se agota. Hay que fregar con barreños y después utilizar ese agua para el WC, no te puedes duchar, ni lavar la ropa; el agua para beber y cocinar hay que comprarla embotellada, ir a las fuentes de los pueblos cercanos o usar aljibes.
Los vecinos de Valdemoro somos tozudos y seguimos haciendo casas nuevas y rehabilitando las viejas con la incomodidad que supone vivir aquí. Amamos nuestro pueblo y los políticos, esos que votamos cada cuatro años, nos siguen prometiendo una y otra vez agua, y nosotros, ilusos, los seguimos creyendo.
Un pueblo no puede desarrollarse sin un bien tan básico como el agua. ¿Dónde está el Plan de Desarrollo Rural? No me digan que no es una vergüenza.
María Luz Navalón / Guadalajara

Europa y esclavitud
Honestidad no casa con Europa. La "prosperidad" del viejo continente tiene su base en la colonización, sinónimo de esclavitud. Los conquistadores españoles y portugueses hicieron poderosas a sus monarquías con la esquilmación y asesinato de múltiples tribus. Les siguieron Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca..., todos ellos se enriquecieron con el saqueo de las tierras de ultramar. La esclavitud, mano de obra gratis, fue el revulsivo del enriquecimiento de la burguesía, los terratenientes, las monarquías y el Vaticano. La poderosa industria, la prosperidad de sus economías, las grandes obras públicas, las actuales multinacionales, son plusvalías de la explotación, el egoísmo y la usura.
En la actualidad, con los inmigrantes sin papeles que buscan una salida para ellos y sus familias, Europa está dilucidando qué hacer. Los métodos empleados no difieren mucho del trato dado a los esclavos. Les debemos una reparación al expolio de sus países, a la implantación de gobiernos dictatoriales. Podemos restituirles parte de lo robado, procurarles un lugar en el mundo, más humano y digno, aplicar los principios, olvidados aquí también, de libertad, igualdad y fraternidad.
Y por otro lado, ¿dónde está el Vaticano? ¿A qué dedica su tiempo? ¿Está Dios con los desheredados? Creo que no, su reino no es de este mundo.
Manuel Caballé Cantarino / Mondariz (Pontevedra)

España a la cabeza
España se sitúa a la cabeza del paro en Europa; el crecimiento trimestral de la economía española coloca a nuestro país en el puesto 23 entre los 27 de la Unión Europea; la Comisión Europea posiciona a España en la cola de Europa en innovación: es el país con menor eficiencia energética de la Unión Europea. España está a la cabeza de la UE en precariedad laboral entre los jóvenes, a la cola en el empleo de personas con discapacidad y de incorporación de las mujeres al mercado laboral.
España está a la cola de Europa en número de camas hospitalarias, es el país europeo con menor duración de baja por maternidad, el que menos recursos destina a la familia. Estamos a la cabeza de Europa en tasa de pobreza.
Nos encontramos, cómo no, entre los primeros de los países desarrollados en fracaso escolar: uno de cada tres jóvenes no acaba la enseñanza obligatoria. Somos el cuarto país de la UE con menor dominio del inglés. Además, ocupamos la cola en universitarios becados.
España está a la cola de Europa en el cumplimiento del Tratado de Kyoto, en el de alcanzar objetivos medioambientales, a la cola en la sustitución de combustibles fósiles por alternativos. El acceso a Internet es de los más lentos y caros de la Unión. Un informe del SUP sitúa a España a la cabeza de la criminalidad en la UE.
Eso sí, somos los que más santos tenemos, pero sobre todo –y esto es lo más importante– somos los campeones de Europa de fútbol.
Ahí se nota todo lo que hemos progresado desde la dictadura...
Ramón Gausachs i Calvet / Barcelona

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