09/12/200809/12/2008

Patriota
Ahora que nuestra Constitución ha cumplido 30 años, quizás haya llegado la hora de revisar algunos conceptos, usurpados por las corrientes antidemocráticas, y a algunos personajes de nuestra historia. Este es el caso de Negrín, que fue ministro de Hacienda de la República durante la guerra, acusado de haber robado todo el oro del Estado y trasladarlo a Rusia.
El propio Negrín se cuidó de preservar en un banco francés toda la documentación que justificaba que el gasto de estas reservas se había hecho para financiar los costos de la guerra y para alimentar al pueblo español.
A pesar de la claridad de las cuentas, el doctor Negrín pasó a la historia como el ladrón del oro de Moscú y no como el patriota que fue realmente. El patriotismo, entendido como el orgullo de pertenecer a una patria, es un concepto del que se ha apoderado la derecha gracias, en gran medida, a la laxitud con la que la izquierda ha cedido su titularidad.
Ser patriota, como Negrín, consiste en defender la libertad y el progreso de tu pueblo. Por lo tanto, no debe excluirse del ideario de la izquierda.
Antonio Martín/ Zaragoza

La grandeza en la derrota
A los que nos gusta el deporte en general, y el fútbol en particular –por haber comenzado a practicarlo a los 6 años, todo lo más alejado de ser un forofo de salón–, el partido de este domingo Real Madrid-Sevilla es un canto a las excelencias intrínsecas del deporte, al ver cómo un equipo asolado hasta la exasperación por las lesiones (hasta 12 de golpe) –algunos equipos excusan sus derrotas en cuanto les falta la figura de turno –es capaz de plantar cara a un gran equipo como es el Sevilla, y sólo la calamitosa actuación del juez de la contienda y la mala suerte, en forma de tiros a los palos, evitó al Real Madrid alzarse con la merecida victoria.
Creo que hay mucha más grandeza en una derrota así que en muchas victorias, y si es verdad que Schuster ve inviable ganar al Barcelona en el próximo partido, es mejor que deje el puesto, porque demuestra conocer poco la esencia que ha convertido al Real Madrid en el mejor club del mundo.
Emilio Sancho/ Madrid

Éxodo climático
Las grandes migraciones humanas siempre han estado vinculadas al equilibrio entre los medios de subsistencia y la población. Cuando este equilibrio se rompe, fruto de una hambruna o de un conflicto bélico, se producen desplazamientos de población en busca de los recursos que aseguren la subsistencia.

Pero en la actualidad nos encontramos con que el origen de muchas de las futuras migraciones humanas van a ser originadas por los devastadores efectos del cambio climático. Los terribles errores e injusticias de nuestro modelo económico han contribuido a generar esta grave crisis ecológica. ¿Estamos preparados para afrontar este nuevo fenómeno, producto del injusto reparto de la riqueza y la sobreexplotación del planeta?
Mientras la polémica "directiva de la vergüenza" europea criminaliza a las personas desplazadas, surge un nuevo fenómeno social: los refugiados medioambientales. Si esta profunda sima económica y medioambiental no nos sirve para cambiar un modelo que ha recrudecido las desi-
gualdades, y seguimos obcecados en el sistema depredador y exclusivista del capitalismo salvaje, nos tendremos que enfrentar a la mayor crisis humanitaria de la historia de nuestra especie.
Ana Cuevas/ Zaragoza

Desierto de sed
Desierto de sed es un poemario que habita en los silencios, cuando el alma gravita sobre la mar y se anega el desaliento. Cuando se ama, se revoluciona la realidad, pudiendo rasgar la noche para sacar la cabeza y amanecer con una voluntad de vagabundo que desertó de la cordura para ser libre. Se me alimentan los días de ilusiones y palabras, en estos tiempos de crisis de superconsumo y voracidad contenida. Las manos vuelan cuando los pies flaquean en el hilo funambulista de lo cotidiano y su demencia, del hambre en contradicción con las sacas de los organizadores de la vesania. Se me achicharra el desaliento para intentar pernoctar en la Luna, aunque se empecinen en aplicarme el cuento de lo que es imposible.
Si nuestros corazones se impulsan y toman carrera, podemos dar piruetas en el cielo para pintar utopías en las lágrimas de una ínsula donde es factible otra forma de vida, más humana y digna.
Antonio Rubio/Sevilla

Ofensores y ofendidos
No me gustan los excesos verbales y, por supuesto, me parece censurable el insulto que el alcalde de Getafe, Pedro Castro, ha dirigido a los votantes del PP, llamándoles "tontos de los cojones". Dicho esto, en su defensa hay que decir que ya ha pedido varias veces disculpas públicamente sin que estas hayan sido todavía aceptadas por los dirigentes ofendidos del PP, que quieren que dimita a toda costa.
Ante tanta susceptibilidad e incapacidad de perdón por parte de los agraviados, me sorprende que no sepan ver la viga en sus ojos y sí la paja en los ajenos. Y en este sentido es oportuno recordar al PP las veces que en la legislatura pasada y, no pocas en esta, el señor Rajoy y otros miembros de su grupo han insultado sin ningún rubor al presidente Zapatero y, en consecuencia, a sus votantes, sin que nadie haya pedido disculpas.
Pedro Serrano/ Valladolid