Cartas de los lectores

15 de diciembre

Hacernos los suecos
El futuro de este planeta y el nuestro propio se ha negociado en la cumbre climática de Poznan. Y digo se ha negociado, porque esto es literalmente lo que han hecho. Los derechos de emisión de sustancias contaminantes son valores bursátiles que cotizan, que se compran y venden entre las empresas, permitiendo que unas ganen dinero a cambio de que otras envenenen el medioambiente por encima de los límites establecidos.
En Europa es una práctica habitual. Si a esta peculiar manera de luchar contra el cambio climático unimos la justificación de la actual crisis económica, los resultados de esta reunión son demasiado tibios para la urgencia que requiere el asunto. Ante esto, los ciudadanos de a pie podemos seguir haciéndonos los suecos y delegar en nuestros gobiernos las soluciones al problema más acuciante para nuestra especie, o podemos hacer como los suecos.
La Sociedad sueca para la defensa de la naturaleza lanzó hace ya tres años una iniciativa popular que proponía –a particulares y empresas–, comprar los derechos de emisión de CO2 para evitar que los adquieran las empresas más contaminantes. La propuesta tuvo un resultado muy positivo.
Ana Cuevas / Zaragoza

¡Qué bueno el capitalismo, oiga!
Los teóricos de la economía global nos decían siempre que el capitalismo era el futuro, la razón: "El capitalismo nos hace más fuertes". Presentaban al capitalismo como una suerte de selección natural que permitía el éxito de los más dotados y eliminaba a los más débiles. Al grito de "cada cual se busque la vida" nos querían hacer creer que un capitalismo feroz estimulaba la competencia y mejoraba a individuos, empresas y sociedades.
Se ha dado la vuelta a la tortilla. Ya no estamos en época de vacas gordas, ¿y ahora qué? Ahora resulta que los que abogaban por la desregularización al ver que sus empresas se iban al garete piden la ayuda del Estado. Quizás todo sea simplemente una metáfora de la bravuconería humana, que amenaza a todos cuando se siente bien y suplica cuando las cosas van mal, pero recordemos que no todos partimos de la misma situación. Siempre será necesaria una institución que nivele esas diferencias y reparta la riqueza.
Javier Lacomba / Valladolid

El maltrato infantil
Me quedo perplejo cuando veo defender el cachete con palabras como "hay que darlo en el momento justo y con la intensidad adecuada". Al educar hay que marcar los límites y corregir. Pero nosotros también tenemos límites. Si yo le doy un "cachete" a alguien en la calle no se llama cachete, sino agresión. La agresión es un delito estipulado en el Código Penal. De la misma forma ha de ser entendido en el ámbito doméstico.
Me pregunto quién es capaz de determinar qué se puede considerar un cachete y qué una agresión. Mejor ahorrárselo y buscar la ayuda de pedagogos para aprender a educar y de psicólogos para aprender a canalizar la rabia.
Ruben Zuñeda / Barcelona

Libertad bajo fianza

Hace días fue noticia la salida de la cárcel de Antonio Barrientos, ex alcalde de Estepona, tras abonar una fianza de 150.000 euros. Barrientos manifestó en los medios que "su gran patrimonio es tener la conciencia tranquila". Esa declaración me parece perfecta, siempre y cuando se abstenga de meterle mano a nuestro patrimonio.
Dado que seis meses a la sombra dan tiempo para pensar y meditar, añadió que "los hombres no pueden ser hombres si no son libres". Igualmente se le podría contestar con  esta otra: "Sólo la verdad nos hace libres", y su verdad, Sr. Barrientos, por muy feliz y tranquilo  que diga encontrarse, permanecerá en entredicho hasta que no se celebre el juicio y se dicte sentencia.
José Tomás Cruz

Seguridad social
Antiguamente ibas al dentista y te sacaban la muela si te dolía o no tenías el dinero necesario para otros menesteres, pero ahora vas a cualquier consulta y te hacen un presupuesto con una retahíla de reconstrucciones, endodoncias, implantes y otras lindezas que sobrepasan el presupuesto de cualquier mileurista(y si, como es mi caso, cobras menos, ya ni te cuento).
Creo que la Seguridad Social debería subvencionar los empastes y otras intervenciones de mayor calado, al menos a la gente sin los recursos suficientes para afrontar algo que afecta de forma fundamental a la salud y al bienestar de la persona.
Una posibilidad es crear algún convenio con los dentistas que permita abaratar los costes y, de esta forma, realizar intervenciones más baratas a las personas que no puedan pagarlas.
Roberto Pérez

Amnesia parcial
No llego a comprender que la jerarquía eclesiástica, junto con algunos políticos como, por ejemplo, el Sr. Fraga, nieguen sistemáticamente la realidad de lo ocurrido durante la represión franquista. El Sr. Cañizares dice que la sociedad española está enferma y es posible que lleve razón, ya que, vista la evidencia y, según los especialistas, la amnesia es la incapacidad parcial o total para recordar sucesos en los que la persona se ha visto involucrada.
Con este diagnóstico, este divino eclesiático podría hablar con certeza del origen de la patología que, según él, padecemos los españoles.
Como víctima del descalabro franquista, les pido que respeten nuestros sentimientos y la dignidad de los familiares de aquellos que defendieron la libertad y la justicia social, ya que lo único que queremos es recuperar los restos de los que yacen en las fosas comunes.
Claro que cuando el Sr. Fraga habla de la memoria histórica lo hace como demócrata de toda la vida.
José María Arauz / Cádiz

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