Cartas de los lectores

19 de diciembre

Desafección política
Hoy en día, gran parte de la población catalana ya no entiende muchas de las decisiones que toma su clase política y, de ninguna de las maneras, está dispuesta a seguir comulgando con los dogmas de fe que se originaron en el marco de la transición.
El marco constitucional y su posterior desarrollo limitado es lo que nos ha llevado a la situación actual que representa el Estado de las Autonomías (sin avanzar hacia el Estado federal). La culpa y las consecuencias de este proceso fueron de todas y cada una de las fuerzas políticas de nuestro país, y eso nadie lo ha reconocido todavía.
Se aceptaron unas reglas de juego que hasta el momento el Estado español no está dispuesto a cambiar. No extraña, por lo tanto, la desafección que la gran mayoría de las nuevas generaciones de Catalunya percibe, ya que no ha vivido la ilusión que representó la recuperación de las libertades para las generaciones de la transición. Son estas generaciones las que exigen un nuevo marco y se muestran más cansadas y perplejas ante las actitudes sectarias de los partidos políticos.
Josep M. Loste /Portbou (Girona)

¿Qué hacer?
La crisis económica hace estragos en España, ya que parece el país más afectado de Europa. Los discursos del presidente Rodríguez Zapatero no le convencen ni a él mismo, puesto que todo se va cubriendo con velos y velos cada vez más espesos. Los artículos que se publican en la prensa no auguran nada bueno y los cierres de establecimientos son cuantiosos, así como los despidos o los preludios de los mismos en empresas que parecían solventes.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, convocó a los portavoces económicos de los grupos políticos para advertirles de que "la recesión será larga", tanto a nivel mundial como en España. De hecho, el gobernador no ve indicios de recuperación en la economía española ni en 2009 ni en 2010.
Además, después del escándalo de Lehman Brothers, llega uno nuevo, en el que se ve envuelta la banca privada española, cuyas pérdidas pueden ser incluso superiores. Se trata de Bernard Madoff. A estos fraudes hay que sumarle el vertiginoso aumento del déficit público en España
–que terminará este año en el 3% del PIB, según ha reconocido el propio Solbes, y puede alcanzar el 6% en 2009, según Citigroup– que se ha traducido ya en un fortísimo incremento del endeudamiento del Estado: 18.000 millones en lo que va de año. Y esta cifra se quedará en pañales comparada con la que tendremos en 2009, cuando habrá que continuar financiando los planes de estímulo presentados por Rodríguez Zapatero.
Antonio García / Jaen

No hay dos sin tres

Sorprende la actitud del presidente del Gobierno cuando vuelve a interpretar los plazos en clave de propuesta en lugar de basarse en el acuerdo. Es la tercera vez que lo hace y, con ello, decepciona a los partidos nacionalistas catalanes y desilusiona a su partido hermano en Catalunya, el PSC de José Montilla. Este ha vuelto a advertir a Rodríguez Zapatero del tercer incumplimiento de los plazos prometidos, indicando que su paciencia no es infinita. Sin embargo, el presidente se ha salido por la tangente al mostrarse sorprendido de que a alguien le pueda preocupar el cumplimiento del calendario en materia de financiación autonómica, incluso en Catalunya.
Esta actitud contrasta con el agradecimiento público que hizo el presidente a los votantes catalanes cuando ganó las elecciones generales y, probablemente, muchos de ellos se lo demostrarán en sentido contrario en la próxima contienda electoral. Claro que, visto el pacto in extremis de la reforma del Estatut con CIU en Moncloa y sabido el descontento de Zapatero con el tripartito catalán, quizá todo sea una desafección buscada a largo plazo para que los próximos votos que pierda el PSC en las autonómicas permitan un pacto de gobierno con CIU, que era la opción preferida por la ejecutiva federal del PSOE.
Xavier Muñoz / Madrid

Móviles
Algún día, un psicólogo avezado interpretará la manía de no parar quieto mientras hablamos por el móvil. Liberados de las ataduras por obra y gracia del WiFi, los usuarios del telefonillo y el manos libres nos explayamos arriba y abajo como zombies o locos hablando solos. En ocasiones, un grupo de personas camina, cada uno con su cháchara telefónica, dando la impresión de estar hablando entre ellos. La privacidad en las conversaciones ha desaparecido, no hace falta que nos pinchen el teléfono, pues nos prodigamos a viva voz y alguno a grito pelado.
Otros pulgarean mensajes electrónicos en una jerga indescifrable que amenaza la lengua de Cervantes. Si no descubren otra forma de comunicarse, nuestra escritura sufrirá una metamorfosis.
A veces echo en falta aquellos tiempos en los que el que tenía un móvil era tan sólo un sospechoso y una "perdida" era algo muy distinto a una llamada sin respuesta.
Juan Torrens Alzu /Iruña/pamplona

Un cambio
Karl Marx hizo un impecable análisis materialista de la historia que Lenin se encargo de poner en práctica con una dictadura. Europa Occidental, que buscó entonces los logros sociales por otras vías, rechazó también las teorías americanas de Adam Smith, que tanta desgracia llevaron a América Latina.
Es posible que la capitaldemocracia nos haya llevado a una situación en la que lo menos malo sea salvar a las grandes empresas a costa de las pymes y los ciudadanos, pero dejemos claro que no nos gusta el modelo americano, ni las Islas Caimán, ni los bonos basura.
Raúl Saavedra / Madrid

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