Cartas de los lectores

15 de enero

La Justicia no funciona
Anteayer se cumplió un año de la desaparición de la niña Mari Luz. La cadena de errores judiciales acabó con la muerte de la pequeña. Hubo más de un culpable desde el punto de vista jurídico.
No entiendo cómo puede haber una demanda tan elevada de ciudadanos reclamando justicia y una pasividad tan descarada por parte de quien gobierna. Los jueces, ya desesperados, amenazan con ir a la huelga, porque dicen: "Tenemos unas carencias estructurales en la administración insostenibles", y añaden: "Somos servidores del Estado y queremos prestar una justicia de calidad. Con los medios que tenemos no se arregla nada y no podemos dar justicia a los ciudadanos". "Cuánto tarda en repararse el servidor averiado que suministra información a un edificio de Juzgados" o "cuántos años tendré que ver pasar para que se nos provea de un fax que funcione sin necesidad de que le hagamos palmas", me comentaba una amiga funcionaria hace unos meses.
Y ahora dice el ministro Bermejo que quiere deslegitimar la huelga con la excusa de que los jueces exigen aumento de sueldo. No es cierto, miente. Sabe bien el ministro la causa de la huelga. ¿Por qué en este país se le hace tan poco caso al ciudadano, que es, en definitiva, el perjudicado en todo esto?
Nieves Jiménez / Madrid

Ángeles caídos
Persecución universal. Este es el término jurídico por el que, 20 años después, se va a tratar de hacer justicia a los asesinos de ocho personas en El Salvador. Seis de las víctimas eran jesuitas, cinco de ellos españoles, que habían abrazado la teología de la revolución. El contacto con la miseria y la injusticia social les condujo a una revolución íntima cuyo resultado fue la implicación personal en defensa de los más defavorecidos. Sus valores cristianos les obligaron a rebelarse contra la jerarquía eclesiástica, que desaprobaba severamente su conducta.
Tomar partido les costó la vida. Como en muchos otros crímenes de cooperantes, creyentes o no, la impunidad y el silencio se impusieron durante mucho tiempo. Ni siquiera la Iglesia católica mostró interés en reivindicar a estas "ovejas descarriadas" que habían desoído sus órdenes.
La persecución de la que fueron víctimas se extendía a todos los campos. En el físico, en cuanto que sus vidas se pusieron en peligro al alinearse con el oprimido, y en el moral, porque tuvieron que enfrentarse a la oposición y a la amenaza de excomunión de Roma. Su obra inspiró un movimiento ideológico que caló mucho en Latinoamérica.
Actuaron como ángeles guardianes de una población desesperanzada. Pero el Vaticano, lejos de subirlos a sus altares, prefirió darles el tratamiento de ángeles caídos. Quizás se consiga hacer justicia tardía con estos crímenes, pero, pese a la persecución espiritual que sufrieron, la Santa Madre Iglesia no parece dispuesta a rectificar un ápice de su condena.
Antonio Martín Cascán / Zaragoza

España y la energía

El actual conflicto del gas que sustentan Ucrania y Rusia, y que de forma indirecta está afectando gravemente a un buen número de países europeos, facilita hacer una reflexión acerca del modelo energético de nuestro país en previsión de situaciones análogas que pudieran, esta vez sí, perjudicarnos.
España tiene serias carencias de recursos energéticos, y los pocos que guarece nuestro subsuelo resultan costosos de extraer o poco rentables de transformar. Esta coyuntura ha propiciado que nuestro país se haya puesto a la cabeza en la potenciación de las llamadas energías sostenibles, gracias también a que nuestro clima y orografía lo facilitan. Es un camino que tenemos que apoyar, pero que tardará años en dar frutos y en ser verdaderamente
provechoso.
Entretanto, vivimos a expensas de terceros (con niveles de dependencia que rondan el 85%), lo que significa que tanto el suministro como el coste de la energía que consumimos depende del capricho de los Estados productores (la mayoría de ellos con gobiernos, como mínimo, de dudosa fiabilidad).
Entonces, ¿qué podemos hacer? Seguir apostando por energías renovables nos hará en el futuro próximo un país de referencia en estos recursos, por lo que por ahí hemos iniciado una buena senda. Pero, y para los próximos 15 o 20 años, ¿qué? El gas y el petróleo seguirán siendo, en las siguientes dos décadas, los principales recursos energéticos y nosotros carecemos de ellos. ¿Hay alguna alternativa a corto plazo? Sí, la energía nuclear.
Los progresistas nos hemos resistido durante años a esta alternativa y el Gobierno de Zapatero, en consonancia con las ideas de su electorado, está dando pasos para desmantelar paulatinamente las pocas centrales nucleares de las que hacemos uso. Pero los españoles seguimos necesitando la electricidad, y no estamos dispuestos a renunciar a su consumo (al contrario, lo incrementamos año a año).
Enrique Laso / Madrid


El acento de Nebrera

La diputada del Partido Popular catalán, Montserrat Nebrera, que ha perdido todas las elecciones políticas a las que se ha presentado, considera que la modalidad lingüística andaluza, reconocida y defendida por nuestro Estatuto de Autonomía que aprobamos en referéndum, le parece de chiste y que le cuesta entenderla.
La verdad, tampoco hacía falta que lo explicitase: salta a la vista y al oído que esta señora, que tiene el acento de Francisco Giner de los Ríos, de Juan Ramón Jiménez, de Luis Cernuda, de Federico García Lorca, de Rafael Alberti, de Antonio Mairena, de María Zambrano y de unos cuantos más, entender entiende más bien poco.
Fernando Laviana / Sevilla

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