Cartas de los lectores

20 de marzo

El Papa en África
El primer viaje del Pontífice Benedicto XVI a África supone, más que un acto de fe, un acto de valor. Porque hace falta valor para enfrentarse al continente que más sufre el azote del sida y predicar que el preservativo, amén de ser pecado, sólo multiplica los problemas. Y que la abstención es el único remedio posible. Es un discurso cínico y nada realista que demuestra que este Papa, sofisticado e intelectual, ha decidido seguir de espaldas a la realidad y cerrarse en banda al siglo XXI.
Es cierto que la castidad evita en gran parte el sida, pero pretender que no se practique sexo para prevenir cualquier peligro es tan disparatado como prohibirle a la gente que respire para evitar que un día puedan dejar de hacerlo y mueran. La sociedad y Benedicto llevan caminos muy diferentes. El del Santo Padre parece que conduce a las etapas más tenebrosas y oscurantistas de la Iglesia. Aquella que nos negaba el alma a las mujeres o nos quemaba por brujas. La misma que ahora nos pide que sepamos obedecer y alaba a la lavadora por el papel liberalizador que supone en nuestras vidas. La que quiere controlar nuestra sexualidad. Vamos, la de siempre.
Ana Cuevas / Zaragoza

La demagogia de la jerarquía católica
Recientemente, se ha presentado la nueva campaña de la Iglesia católica contra el aborto, que equipara la protección del lince ibérico con la del niño no nacido. Como en ocasiones anteriores, su fanatismo le lleva a una peligrosa confusión. La reproducción del lince es imprescindible para garantizar la supervivencia de una especie amenazada.
El hombre no es un animalillo del que se espera una gran prole, sino un ser que decide responsablemente tener hijos deseados y queridos. Son, por tanto, dos casos muy diferentes. En ambos se busca el triunfo de la vida, pero mientras en el primero se trata de una cuestión de biología, para nosotros requiere amor, responsabilidad y libertad, requisitos que, si no están presentes, generarán más fracaso y muerte que vida y plenitud.
Federico Velázquez de Castro / Granada

Universal
Menudo adjetivo como para ignorarlo y, sin embargo, da la impresión de que a veces pasa desapercibido. La universalidad de la Declaración de los Derechos Humanos no puede quedarse en un rimbombante adorno en el título. Universal significa que esos derechos no pueden restringirse ni en el tiempo ni en el espacio. Por ello, ante la llegada en los próximos meses de las reformas de la Ley de Asilo y la Ley de Extranjería no podemos olvidar que una persona es siempre una persona. Esté donde esté.
Esta afirmación puede parecer evidente, pero implica algo que a veces no parece estar tan claro, y es el hecho de que debe tener garantizados sus derechos fundamentales con independencia del país en el que habite o de la situación económica reinante en el momento.

Esperemos que las mencionadas reformas no olviden que ese adjetivo, universal, es inherente a la declaración de derechos humanos, y que esa otra palabra que ahora tanto escuchamos, crisis, no debe arrojar sombra sobre ella.
Maximiano Tornero / Sevilla

Crisis climática
Los 2.500 científicos reunidos en el encuentro internacional de Copenhague la semana pasada nos han confirmado que el calentamiento global está a punto de situarse "en el peor de los escenarios planteados en el último informe del IPCC". El congreso fue concebido como una actualización de la ciencia del cambio climático antes del encuentro de la ONU en diciembre. El informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático publicado en 2007 está ahora desfasado tres años.
Las observaciones recientes confirman que, dadas las altas tasas de emisiones observadas, el peor caso en las proyecciones de escenarios del IPCC (o incluso peor) está siendo alcanzado. Según algunos parámetros clave, el clima se está moviendo más allá de los patrones de la variabilidad natural con la que nuestra sociedad y economía se han desarrollado.
Estos parámetros incluyen la temperatura superficial media global, el aumento del nivel del mar, las dinámicas de los océanos y las capas de hielo, la acidificación del océano y los eventos climáticos extremos. Hay un riesgo significativo de que muchas de las tendencias se aceleren, llevando a incrementar el riesgo de una cambio climático abrupto o irreversible.
Mientras tanto, los gobiernos, los medios de comunicación y la sociedad en general espera que salgamos pronto de la crisis económica y esconde la cabeza como los avestruces. Probablemente saldremos de la primera, pero la otra hará que no reconozcamos el planeta en unos años.
Mario Cuéllar / Madrid

El tabú del huevo
Un reciente estudio realizado en Canadá con simulaciones de la digestión in vitro del huevo ha identificado péptidos que actúan de forma similar a los denominados inhibidores ACE (inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina), unos compuestos que se utilizan para reducir la presión arterial.
Aunque hacen falta otros estudios en humanos, los resultados de este trabajo sugieren que el consumo de huevos podría contribuir a disminuir la tensión arterial y a mejorar la salud cardiovascular. Resulta que los que fueron la bicha en alimentación durante años –con la habitual recomendación de no comer más de dos huevos a la semana–, ahora pueden convertirse en una especie de curalotodo.
Domingo Martínez / Baños de Valdearados (Burgos)

Más Noticias