Cartas de los lectores

22 de marzo

A río revuelto...
Tanto si son grandes transatlánticos como pequeñas embarcaciones. No importa el tamaño de la embarcación con tal de pescar algún que otro voto y que el buque insignia del PSOE se hunda o navegue a la deriva, capeando el temporal de la crisis como pueda, pero sin abandonar las necesidades de los que peor lo están pasando como consecuencia de esta crisis.
Tampoco les importa a los nacionalistas, ni incluso a los partidos progresistas de izquierdas, que lo sustituya el buque insignia de la derecha conservadora, partidaria de las políticas neoliberales del todo vale con tal de ganar dinero, lo que nos ha conducido al mayor descalabro financiero de la historia moderna desde la Gran Depresión.
Políticas neoliberales del capitalismo salvaje, a favor de privatizar lo público, reducir los gastos sociales en detrimento de los que tienen menos posibilidades y bajar los impuestos a los que más ganan. Hace unos años, alguien de la izquierda hizo una pinza con la derecha para desbancar a Felipe González de la Moncloa, aquella pinza contra natura ideológica se lo puso en bandeja a la derecha para que gobernara nuestro país y sacara adelante decretazos en contra de los funcionario y, en general, contra los trabajadores.
¿Se repetirá de nuevo la historia o tendrán que ser los trabajadores los que reaccionen con responsabilidad, como lo han hecho en la Seat, antes de que empeore la situación y lo que pueda venir sea peor para ellos?
Joaquín García/Getafe (madrid)

Identificación selectiva

Vivimos en una sociedad que nos ofrece seguridad y derechos humanos para todas y para todos. El derecho al voto cada cuatro años y nuestra estructura democrática hacen que sintamos que todo está conseguido y que esta estabilidad es perenne, porque los mecanismos nacionales e internacionales velan porque así sea.
Sin embargo, me inquietan noticias como la que informaba de la exisistencia de una circular de la policía que se aconseja un cupo diario de detenciones de inmigrantes basadas en la identificación selectiva. ¿Pedir los papeles a alguien por su color de piel o por su acento? ¿Sin ninguna otra razón? No percibo estremecimiento social por estos acontecimientos de índole racista; sí, racista, aunque este concepto parezca anticuado para muchos, o incluso un problema superado.

No obstante, estos procesos son muy sutiles, empiezan poco a poco, y lo que ayer era una aberración hoy parece normal. Por eso hay que defender los derechos de todas y de todos, de los españoles, pero también de los inmigrantes, pues así garantizamos que nuestra sociedad sí defiende todos los derechos. También los suyos.
Sara Jiménez/Sevilla

Tertulianos
En los sistemas democráticos de nuestro entorno, gozamos de libertad de expresión y el derecho a la información veraz está garantizado por la Constitución. A través de los medios de comunicación se puede discrepar, criticar y participar con nuestras opiniones. Es evidente que cada medio de prensa, radio o televisión tiene su ideología y manifiesta sus afinidades y desacuerdos a través de líneas editoriales diversas.
En las tertulias y debates se analizan cada día los acontecimientos diarios con pasión y en no pocas ocasiones con cierto desorden en el turno de la palabra. No hay tema de actualidad que se escape a la atención de los tertulianos. Estos colaboradores son periodistas, escritores, políticos y personajes venidos de mundos ajenos al de la información. Dos aspectos están ausentes en estos foros. El primero y principal es que estas personas no demuestran tener más preparación sobre los temas tratados que el ciudadano que se informa en las mismas fuentes que ellas. Lo único que se logra son choques sobre puntos de vista enzarzados en acaloradas discusiones, reproducción exacta de las habidas en bares, restaurantes y puestos de trabajo. Y el otro aspecto es quién critica a los medios. Nadie. El corporativismo es lo que mejor funciona. Por ejemplo, si un periódico incluye anuncios de prostitución, jamás se someterá a debate este tipo de negocio.
Pedro Taracena/Madrid

Las otras víctimas
El ministro del Interior ha presentado un informe confuso e incompleto sobre la criminalidad en España. No recoge la información de las cinco policías competentes en el territorio nacional. Sólo se describen las intervenciones de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en el territorio competencia del ministerio. Cada vez cuesta más conocer un hecho social tan complejo como es la delincuencia en España.
Además, aún desconocemos las consecuencias de las actividades ilegales sobre las víctimas, ya que todavía no se ha hecho ninguna evaluación pública al respecto. Se han atendido con el esmero debido a las víctimas del terrorismo, pero el año pasado hubo 1.371.917 delitos que supusieron un ataque directo contra las personas, contra su vida o su integridad física y psíquica, bien contra su libertad individual o sexual o contra sus propiedades o bienes. 68.320 personas sufrieron robos con violencia o intimidación, hubo 1.019 homicidios y 81.241 lesiones.
Muchas víctimas se sienten avergonzadas, incluso no denuncian los delitos, lo cual aumentaría las cifras. Es imprescindible crear un instituto de observación y apoyo a las víctimas de delitos violentos, que palie las consecuencias de estas conductas, tan contrarias a la convivencia humana y social.
Luis Fernando Crespo/Alcalá de Henares (Madrid)

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