Con negritas

Un negocio con buen aspecto

Salvo que las cosas al final se le tuerzan, JOSÉ MARÍA SUESCUN va a dar un pelotazo que le permitiría retirarse si quisiera. El hombre que democratizó en España la cirugía para la belleza ha sido tentado por el fondo británico 3i, al que le interesa hacerse con Corporación Dermoestética. Todavía no hay ninguna oferta en firme sobre la mesa, pero, atendiendo a la capitalización bursátil de las acciones de la compañía, el 100% del capital valdría alrededor de 360 millones de euros.

Para Suescun, madrileño de Aranjuez y marino mercante de formación, aunque nunca llegó a ejercer como tal, sería el negocio de su vida. Seguro que ni siquiera se le pasó por la cabeza hacerse rico en tan poco tiempo cuando, con sólo veinticinco años, se enroló en una multinacional alemana de productos capilares. No era el trabajo con el que había soñado, pero al menos le posibilitaba vivir cerca del mar, pues tenía su centro de operaciones en Valencia.

Allí se enteró de que una clínica local, cuyas flamantes instalaciones conocía, había quebrado y estaba a la venta. Con la ayuda de varios amigos, la compró por un millón y pico pesetas. Aquella clínica fue el germen de Corporación Dermoestética, que un cuarto de siglo después facturaba 74 millones de euros y contaba con 79 establecimientos en España, Portugal, Italia y el Reino Unido.

En julio de 2005, necesitado de financiación con la que proseguir su imparable expansión internacional, Suescun sacó al mercado un buen paquete de Corporación Dermoestética. Él, sin embargo, retuvo la mayoría para evitar que cualquier tiburón le pegara un mordisco y le arrebatara el control de la empresa.

El primer ejercicio completo en bolsa no fue tan brillante como sugería su ostentosa presentación en el parquet, rodeado de un puñado de modelos embutidas en ceñidos uniformes de enfermeras. El coste de la salida a bolsa y los reveses cosechados en Italia ensombrecieron la cuenta de resultados. Suescun tomó nota y decidió tentarse la ropa antes reemprender su imparable carrera.

A lo que aspira 3i, precisamente, es a exprimir las potencialidades de Corporación Dermoestética, que –según los ejecutivos del fondo- puede duplicar su tamaño en manos de alguien con la ambición y el músculo necesarios para conseguirlo. Dos cualidades que Suescun quizás ya no tenga.

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