Con negritas

Una competencia de altos vuelos

La inminencia de la crucial campaña de verano, que suele condicionar los resultados anuales de las compañías aéreas, ha provocado ya movimientos en algunas de ellas. Spanair, todavía en manos del consorcio escandinavo SAS, y Air Europa, controlada por JUAN JOSÉ HIDALGO, acaban de alcanzar un acuerdo de código compartido que se aplicará sobre 13 rutas domésticas a partir del 29 de marzo. Vueling y Clickair, como paso previo a la próxima fusión de ambas, también han estrechado su colaboración con la venta cruzada de billetes desde las páginas corporativas de ambas en la Red.

Los directivos de estas dos aerolíneas de bajo coste, con JOSEP PIQUÉ  y ÁLEX CRUZ a la cabeza, tienen prisa por rematar el proceso en el que se hayan inmersas y que dará lugar, allá por el mes de junio, a la nueva Vueling. Para llegar en las mejores condiciones al matrimonio, Clickair se ha sometido a una drástica cura de adelgazamiento, en la que pretende dejarse cuatro de sus veintiuna aeronaves, con el fin de evitar la sobrecapacidad que en caso contrario podría aquejarle. Vueling, que aportará a la fusión otras diecisiete, hizo lo mismo el año pasado.

Este tipo de recortes son esenciales según los analistas, habida cuenta la progresiva caída del número de pasajeros, que en Europa fue del 6% durante el mes de enero. A pesar de ello, la aviación comercial, en general, no ha hecho todavía el correspondiente ajuste de sus flotas, cuya dimensión es ahora similar a la del primer semestre de 2007, cuando la crisis no se había mostrado con su actual crudeza. En Estados Unidos sí se han dado notables pasos adelante y por eso su situación es algo mejor, gracias también a que allí el abaratamiento del crudo ha empezado a notarse antes. 

Además de por pura racionalidad, las medidas que están adoptando ya Vueling y Clickair obedecen a su deseo de tomar ventaja en un mercado que se pondrá al rojo vivo el día en que Spanair sea definitivamente catalana. Tanto Spanair como la nueva Vueling aspiran al liderazgo en el aeropuerto de El Prat y, aunque operen en segmentos distintos, eso promete una dura competencia.

Gestión y nombre

El traspaso de Spanair a un grupo de empresarios catalanes apoyado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat está previsto que se materialice a lo largo de esta primavera. Sin embargo, la gestión operativa seguirá a cargo de SAS, que retendrá un 20% del capital de su filial. En los últimos días se ha abierto un debate sobre la denominación de la aerolínea, poco acorde con su futuro carácter catalán, aunque entre los compradores hay partidarios de mantener y rentabilizar la actual marca.

Opa sí, opa no

Una de las incógnitas pendientes de despejar de la fusión de Vueling y Clickair es si Iberia, que poseerá el 45% de la sociedad resultante, se verá obligada a lanzar una opa sobre el conjunto del capital. La compañía española de bandera ha solicitado la pertinente dispensa a la CNMV, pero aún no ha recibido respuesta. Iberia y Nefinsa son los únicos accionistas de Clickair que mantendrán sus participaciones, tras la espantada de Iberostar, Cobra y Quercus.

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