Con la sequía de recursos que espera a los organismos públicos durante una temporada, nada tiene de particular que sus gestores se lancen a la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos. Uno de los que parece encaminado es MIGUEL MARTÍNEZ, presidente de Paradores, a pesar de que el grupo no consume habitualmente dinero del Estado. Esta red, con 82 años de historia a sus espaldas, se autofinancia desde hace tiempo, lo que no significa que la crisis esté pasando por ella sin dejar rastro. En 2009, los ingresos bajaron a 255 millones, siete menos que en el ejercicio anterior, aunque aumentó el número de estancias.

Paradores ha sido el referente para algunos emprendedores que a lo largo de las últimas décadas irrumpieron con fuerza en el ámbito de la explotación hotelera de edificios singulares. Siguiendo su estela, se desarrollaron marcas como Estancias en España, Hospederías Reales, Haciendas de España y Hospes. Con la particularidad de que estas funcionan en su mayoría como centrales de reservas y prestan servicio a los propietarios de los establecimientos, situados normalmente en caserones, castillos, palacios o incluso bodegas. Grandes cadenas hoteleras –entre ellas, AC y NH– también operan en el mismo segmento.

El interés por la experiencia de Paradores, sin embargo, no se circunscribe a España, ya que, además de contribuir a una oferta turística de calidad, ayuda a sufragar el costoso mantenimiento de los edificios históricos sobre los que la actividad se asienta. De los 93 que actualmente forman la red, es probable que muy pocos gozaran del grado de conservación que hoy tienen si no se hubieran convertido en paradores.

Atraídos por esa doble función, hay países con un amplio patrimonio cultural decididos a clonar el modelo español: Arabia Saudí, Marruecos, Turquía, México... A tal efecto, han recabado la colaboración del organismo público español y eso abre a Paradores una interesante vía de negocio.

Hay dos tipos de propuestas sobre la mesa. Una consiste en participar directamente en la gestión y la otra es vender a esos países el know how mediante acuerdos de asesoramiento. En principio, los responsables de Paradores son partidarios de la segunda fórmula, que pretenden inaugurar en el Sultanato de Omán, con cuyo gobierno están a las puertas de llegar a un acuerdo.