Salud en positivo

Cuatro de cada cuatro se quedan en casa

Ilustración: Verónica Montón Alegre
Ilustración: Verónica Montón Alegre

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que una de cada cuatro personas   experimentaremos algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida, de las que un 20% aproximadamente tendremos un problema grave de salud mental. Pero, este porcentaje no se reparte equitativamente entre la población, existiendo personas y grupos de población más vulnerables.

Aunque la presencia de los trastornos mentales en nuestra sociedad es muy importante, la propia OMS señala que la salud mental está oculta tras una cortina de estigma y discriminación. Esto supone una clara desventaja social para todas estas personas. Prejuicios acerca de la responsabilidad, capacidad o conducta impredecible o violenta siguen presentes en nuestro imaginario, aunque no exista ninguna evidencia científica al respecto. Y esto constituye la mayor barrera para la igualdad en el ejercicio de los derechos de ciudadanía.

La instauración del Estado de Alarma afecta a todas las personas por igual, independientemente de sus circunstancias particulares, exigiendo de toda la ciudadanía un ejemplo de responsabilidad como miembros de una sociedad que tiene un objetivo a común: FRENAR EL CORONAVIRUS

¿Y cuál es la situación de las personas con problemas de salud mental y su respuesta a "quédate en casa"?

Se han limitado los apoyos directos que tenían un gran número de personas con problemas de salud mental en todo el país. Los Centros de Rehabilitación Psicosocial, Hospitales de Día y Centros de Día, recursos en los que se permanecen varias horas al día, se han cerrado. Las consultas en las Unidades de Salud Mental se han reducido, pasando de consultas presenciales a, en muchas ocasiones, contactos telefónicos de seguimiento continuados, basados en la responsabilidad individual.

Además, la "casa" no es siempre el domicilio habitual de la persona, ya que muchas permanecen ingresadas en diferentes recursos de salud mental, como hospitales de agudos, de media y larga estancia o recursos residenciales.

Sin embargo, frente a este escenario, desde que empezó el Estado de Alarma, diariamente estamos recibiendo lecciones de RESPONSABILIDAD de las personas con problemas de salud mental graves, asumiendo las obligaciones que todos y todas tenemos respecto al cumplimiento de las medidas de aislamiento requeridas para combatir la pandemia.

Es decir, cuatro de cada cuatro se quedan en casa.

Nuestra experiencia en un hospital de estancia media de salud mental es que, si miramos al otro como un igual, como un sujeto activo, con capacidad para tomar sus decisiones y no un mero objeto de atención y tratamiento, las personas responden como lo que son, personas de pleno derecho, comprometidas y responsables, aunque tengan un trastorno mental.

Cómo afrontamos cada colectivo las consecuencias del estado de alarma es una oportunidad para corroborar el nivel de responsabilidad que tenemos como sociedad los grupos vulnerables y hasta ahora estigmatizados. La respuesta está siendo la contraria a la que el imaginario nos ofrece. Las personas con problemas de salud mental están respondiendo exactamente igual que el resto de la sociedad, porque lo somos.

Todos los días podemos observar innumerables iniciativas que se transforman en acciones de ayuda y apoyo a las personas más vulnerables o que más necesidades tienen en nuestro entorno más próximo. Y todo esto ha surgido a raíz de una adversidad que no teníamos en nuestra hoja de ruta, que no imaginábamos que podía ocurrir ni en nuestros peores sueños.

Pero también debe ser una oportunidad para romper los prejuicios que la sociedad mantiene sobre las personas con problemas de salud mental y, sin duda, cuando todo esto pase, reconstruir la sociedad será tarea de todos y todas.

Pero ahora, lo que toca es que CUATRO DE CADA CUATRO personas nos quedemos en casa, asumiendo la responsabilidad de frenar esta pandemia, ejerciendo una ciudadanía de pleno derecho: somos parte de la solución.

FIRMANTES DEL BLOG

  • José Antonio López Cócera. Enfermero especialista en salud mental miembro de la comisión nacional de la especialidad
  • Begoña Frades García. Psiquiatra y Jefa del área de salud mental del Hospital Pare Jofre. Ex responsable de la oficina autonómica de salud mental.
  • Carmen Montón. Embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos. Ex Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social.
  • Rafael Sotoca. Médico de Familia y ex director general de asistencia sanitaria de la Comunidad Valenciana.
  • Ricardo Campos. Médico Oftalmólogo. Ex Secretario General del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social
  • Isabel González.  Médico radiólogo. Ex Jefa de Servicio de Radiología. Ex Profesora Asociada de Radiología Universidad Miguel Hernández de Elche. Ex directora Gral. de La Alta Inspección de la C. Valenciana. Ex Gerente de los Departamentos de salud de San Juan de Alicante y La Ribera (Alzira)
  • Pere Herrera de Pablo. Especialista MFYC. Médico SAMU. Exdirector Servicio Emergencias Sanitarias CV
  • Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y ex jefe de servicio de enfermedades infecciosas, emergentes e importadas. Ex Profesor Asociado del Departamento de Medicina de la Universidad de Valencia. Ex Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia
  • Antonia García Valls. Asesora coordinadora en la Vicepresidencia Cuarta, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Exdiputada.
  • Ana BonedOmbuena. Técnico Superior de Salud Pública de la Consellería de Sanitat Valenciana. Máster en salud pública por la U. de Harvard y especialista en medicina familiar y comunitaria.
  • Roser Falip Barangué. Doctora en Medicina. Especialista en MFYC y en Análisis Clínicos. Ex gerente del Departamento de salud de Alcoy.
  • Aurelio Duque Valencia. Médico de Familia y Comunitaria. Expresidente SoVaMFiC
  • Verónica Montón Alegre. Artista interdisciplinar.

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