Salud en positivo

Alternativas al aumento del consumo de pornografía durante el confinamiento

Ilustración: Verónica Montón Alegre.
Ilustración: Verónica Montón Alegre.

La situación de confinamiento que estamos viviendo ha trastocado nuestra vida cotidiana en muchos ámbitos. También el sexual.

Para hacerse una idea, vale la pena revisar los datos sobre el tráfico de pornografía en este periodo de pandemia/confinamiento. A finales de febrero el tráfico mundial de pornografía ya aumentó de forma importante. En el caso de España, los porcentajes se agigantaron a partir del día 11 de marzo, alcanzando el 61,3% -50 puntos por encima de la máxima mundial del 11,6% según los datos aportados por Pornhub el 16 de marzo, (dos días después de la declaración de alarma).

Todo ello coincidiendo con  el hecho de que Pornhub, una de las webs de pornografía más grandes del mundo (con más de 42 mil millones de visitas en 2019 y más de 115 millones de visitas al día), ofreció gratis, durante un mes, sus cuentas Premium por cuarentena. El mismo día en España y en Francia (en Italia lo había abierto la semana anterior), para "alentar a las personas a quedarse en casa y ayudar a detener el avance de la covid-19". Iniciativa que el martes 24 de marzo decidió extender a todo el mundo. En los últimos 30 días ha obtenido más de 9 millones de búsquedas por "coronavirus",  cuyos resultados cuentan ya con más de 1.000 videos (Lehmiller, 2020; Spratt, 2020; Pornhub, 2020).

La covid-19 que tanto dolor ha traído, se convierte aquí en un elemento muy valioso de marketing del negocio de la pornografía para captar nueva clientela, reactivar a quienes ya lo eran y recuperar a quienes luchaban con gran esfuerzo por dejar de serlo.

El porno hace una oferta oportunista aprovechando la pandemia

Esa oferta se lleva a cabo con el objetivo oportunista de aliviar el confinamiento, mejorar los problemas económicos -de quienes se convertirán en amateurs de las filmaciones de alto riesgo-, promocionar la venta de pornografía "sin escenas violentas contra la mujer", o  justificando la gratuidad de sus servicios como acción caritativa de apoyo a las víctimas de la COVID-19, o utilizando el gancho de la supuesta solidaridad para apoyar el confinamiento. En definitiva, un conjunto de estrategias que han permitido la expansión de la industria de la pornografía en situación ventajosa a costa de la pandemia. Y, no menos importante, han tratado de restar visibilidad a las interferencias de la lente crítica del consumo de pornografía ante la identificación de sus efectos y riesgos psicológicos, sanitarios y sociales, porque normaliza todo tipo de prácticas de alto riesgo y conductas sexuales violentas.

Aunque de otra naturaleza, pero de efectos igualmente dañinos para las víctimas –vendiendo su material privado obtenido por medios ilícitos- que lo convierte en trending topic de ventas por esa misma razón. Al respecto, diversas organizaciones internacionales han pedido medidas urgentes para detener los videos de violación, sumisión y sufrimiento de mujeres, y de abuso sexual infantil (UNICEF, 2020; ONU, 2020; HuffingtonPost, 2020; Crónica Global, 2020; CNBC, 2020) y el cierre de Pornhub –aportando 350.000 firmas- ante la publicitación de videos sin consentimiento (Isaacs (2020). La campaña NotYourPorn#, es una de las iniciativas surgidas para dar apoyo a las víctimas de la pornografía.

Es el momento de abordar este tema en el contexto familiar

Es evidente que el consumo de pornografía aumenta en situaciones de confinamiento y/o aislamiento social, especialmente en situaciones de crisis. Con todo, esta es la primera en un contexto de nueva pornografía distribuida por internet como quedó recogido en el estudio reciente de Ballester y Orte en 2019. De ahí ese crecimiento exponencial y la multitud de nuevas ofertas para todo tipo de compradores. Aunque el confinamiento albergue infinidad de riesgos relacionados con las redes, como toda crisis, la generada por la COVID-19 también se presenta como oportunidad para alcanzar un mayor nivel de libertad y un escenario que dé lugar a la mejora de la relación con uno mismo y el entorno.

En el caso de los menores, que ahora tienen más tiempo para estar conectados, la supervisión familiar es esencial. La implicación de progenitores/as en la educación afectivo sexual incide sobre la capacidad de respuesta y decisión frente a los problemas surgidos de la interacción con las pantallas del/la adolescente. También es ahora el mejor momento de abordar  este tema en el contexto de la familia. En el caso de los adultos, tomar conciencia de ello es la primera fase para poder abordar el control de ese consumo y la apertura al aprendizaje de nuevas habilidades, así como obtener satisfacción en las nuevas rutinas de la vida cotidiana que ofrece esta situación de confinamiento. Promover una vida rica en vínculos y contactos y practicar actividades de ocio que eviten el aburrimiento y la ansiedad.

Referencias

FIRMANTES DEL BLOG

  • Carmen Orte Socias. Catedrática UIB
  • Lluc Nevot Caldentey. Investigadora en Grupo Gifes UIB
  • Carmen Montón es embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos y ha sido Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social y Consellera de Sanidad.
  • Ricardo Campos. Médico Oftalmólogo. Ha sido Secretario General del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y subsecretario autonómico de sanidad.
  • Rafael Sotoca. Médico de familia y activista sanitario. Fue director general de asistencia sanitaria de la Comunidad Valenciana.
  • Begoña Frades García. Psiquiatra y jefa del área de salud mental del Hospital Pare Jofre. Ha sido coordinadora autonómica de salud mental.
  • José Antonio López Cócera es enfermero especialista en salud mental y miembro de la comisión nacional de la especialidad.
  • Isabel González. Médico radiólogo. Fue jefa de servicio y profesora asociada de radiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche así como Directora Gral. de la Alta Inspección y gerente de los departamentos de salud de San Juan de Alicante y La Ribera (Alzira)
  • Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas, Emergentes e Importadas. Ha sido profesor asociado de de medicina de la Universidad de Valencia y Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia
  • Ana Boned Ombuena. Técnico Superior de Salud Pública de la Consellería de Sanitat Valenciana. Máster en salud pública por la U. de Harvard y especialista en medicina familiar y comunitaria.
  • Antonia García Valls. Asesora coordinadora en la Vicepresidencia Cuarta, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ha sido diputada en el congreso de los diputados.
  • Pere Herrera de Pablo. Medico de familia y médico SAMU. Ha ejercido como director del Servicio Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana.
  • Roser Falip Barangué. Doctora en Medicina y especialista en medicina de familia y en análisis clínicos. Ha sido gerente del departamento de salud de Alcoy.
  • Aurelio Duque Valencia. Médico de Familia y Comunitaria y representante sindical. Ha sido presidente de la Sociedad Científica de Medicina Familiar en la Comunitat Valenciana.
  • Verónica Montón Alegre. Artista interdisciplinar. Ilustradora del Blog Coronavirus en positivo.
  • Juan Domene. Médico Inspector en el servicio de calidad asistencial y seguridad del paciente. Ha sido gerente del departamento de salud Arnau de VilanovaLliria.

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