De cara

Mourinho le da el primer aviso a Florentino

Tarde o temprano podía ocurrir. Florentino Pérez corría el riesgo de que las balas incontroladas de Mourinho, con barra libre para disparar, una vez se le volvieran. El presidente detectó el peligro hace tiempo. Las encuestas que utiliza de termómetro le contaron que una frase en contra del nuevo mesías del madridismo puede llevárselo por delante. Y por eso le entregó sin rechistar al técnico la cabeza de quien protegía a la institución y le cubría personalmente . Y por eso le deja hacer y obrar a sus anchas, incluso contra los principios sagrados del club. Pero destituido Valdano, es Pérez quien camina sobre el alambre y sin red, expuesto a que el entrenador, que manda, baje de repente su pulgar.

Y algo de eso ocurrió ayer a modo de advertencia. Con el mismo arma, además, que tumbó de forma irreversible a Valdano tras decir simplemente que el técnico había dado "un paso al costado". Ante la pasividad de la superioridad, el técnico desató entonces a su 'rottweiler', "Valdano es el portavoz del club, pero que yo sepa no es el de Mou", y ya no volvió a saberse más del director general.

Ayer, convencido de que Florentino estaba detrás de ciertas páginas (que decían que, aunque dándole como airosa salida el papel de víctima, el presidente había hecho ver a un arrepentido Mourinho que su dedazo fue injustificable), el técnico volvió a lanzar al frente al portavoz personal que emplea para ajustar cuentas en asuntos internos. 'Cuidado con lo que hace, presidente, conmigo pocas bromas', vino a decir el mensaje al que puso voz Eladio Paramés en As para desmontar el periférico y tibio plan institucional de, sin enojar al causante, cumplir con los puristas tras el incendio de la Supercopa: "Mourinho no tiene de qué arrepentirse; sólo está defendiendo los intereses del Real Madrid". Desautorizado el club, el balón está otra vez en los pies de Florentino. Eso sí, con la pistola de Mourinho apuntándole.

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