Fuego amigo

Las confesiones de las víctimas del confesionario

Durante el día de ayer, la cadena SER estuvo emitiendo varias entrevistas realizadas a las víctimas de los curas pederastas de Los Ángeles. Son relatos no aptos para menores ni para mentes sensibles. Y ni mucho menos para los creyentes que pretendan mantener intacta la fe en sus pastores.

Al hilo de esto, ya os conté una vez mi primer conocimiento del amor desmedido de ciertos clérigos por los niños. En mi caso, tanto iba el cántaro a la fuente que era casi inevitable encontrarse de bruces con el abusador. Dos años con monjas carmelitas, tres con maristas y siete con salesianos, un largo recorrido desde la infancia hasta la pubertad, era demasiada exposición al peligro.

No recuerdo el nombre verdadero de aquel sacerdote. Sólo recuerdo que era profesor de francés (¡tenía que ser francés, precisamente!), bajito, rechoncho, blando, extraordinariamente afeminado, que atendía por el mote de El Focas. Era uno de los profesores de mayor edad, lo que le confería cierta autoridad entre sus compañeros, y sobre todo tenía una mano ligera con una enfermiza tendencia a colarse bajo nuestros pantalones cortos al menor descuido. Y todo esto, con luz y taquígrafos, en las horas de recreo, donde la víctima era doblemente escarnecida: por el abusador y por los compañeros de clase que contemplaban entre risas el ataque del cura pederasta.

Era en verdad llamativa la complicidad criminal de su congregación, que por fuerza debía conocer las debilidades de aquel desalmado. Él se pavoneaba por el patio del colegio, con su mano tonta repartiendo caricias y pellizcos de monja a los niños desprevenidos, sabiéndose intocable. Eran años de nacionalcatolicismo en los que ni existían las asociaciones de padres que pudieran hacer saltar las alarmas.

Pero era en la intimidad del confesionario donde El Focas reinaba. Los niños pecadores (en la Iglesia católica los niños siempre son pecadores para poder ser moldeados más fácilmente, impuros, pajilleros compulsivos, llenos de fantasías eróticas que ellos llamaban malos pensamientos) se enfrentaban, con las defensas intelectuales bajas, ante quien tenía el poder de librarles de los horrores del infierno. Aquel desalmado soberbio que creía tener cogida por los huevos la voluntad de dios, tenía, al parecer, la posibilidad de lavar nuestros pecados, el privilegio de procurar nuestra salvación con el rezo de unas palabra mágicas.

Pero antes, había que describir prolijamente el pecado, el de la carne (los otros no le importaban), descender al detalle, cuántas veces, hijo, cómo, con quién (¿¡se podía hacer con otro!?) y contestar a preguntas que competirían en plano de igualdad con cualquier línea erótica de hoy en día. Nosotros éramos su línea erótica, y gratis. Te confesaba acariciándote la cara, arrimando la suya sudorosa, sebosa, repugnante remedo de los arrumacos de un amante... con una sola mano. La otra estaba desaparecida en no sé qué profundidades de su sotana. El final de la confesión coincidía a menudo con espasmos y jadeos quedos que nuestras mentes infantiles no sabían interpretar.

Calculo que, por edad, estará criando malvas desde hace años. Dios lo tenga en su gloria, porque amaba mucho a los niños.
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Meditación para hoy: Lo que se está viviendo en Navarra es de sainete. El PSN, la versión navarra del PSOE, prefiere dar paso a que UPN, la versión navarra del PP, forme gobierno con los votos de los socialistas en blanco, antes que pactar con Nafarroa Bai. Según Pepe Blanco, el secretario de Organización de los socialistas, "hemos dialogado con Nafarroa Bai; no hemos sido capaces de encontrar fórmulas que nos permitieran compartir gobierno y compartir proyecto..." A ver si lo entiendo. Una coalición de partidos democráticos nacionalistas y de izquierdas, que han declarado públicamente su condena de la violencia etarra, no pueden tener puntos de encuentro con un partido socialista que, en cambio, sí puede facilitar la formación de gobierno a un partido que ha utilizado la mentira y la calumnia sistemática contra su oponente durante cuatro años. ¿Es que acaso en Cataluña el PSC, la versión catalana del PSOE, no ha pactado todo un programa de gobierno con ERC, un partido que cuenta en su programa electoral con la independencia de Cataluña? ¿Acaso el CNI no sorprendió en su día a su máximo dirigente, Carod Rovira, pactando cláusulas inconfesables con ETA? Es tan estúpido todo esto, que cuanto más se intenta explicar más ridículo parece, porque la razón última, y no otra, es el miedo cerval del PSOE a que el PP de nuevo monte la bronca en lo que queda de legislatura con la monserga de la venta de Navarra a los terroristas y separatistas. Y digo que es estúpido porque con esta bajada de pantalones ha fortalecido la imagen de la influencia del Partido Popular ante la opinión pública, cuando la extrema derecha no necesita de nafarroa ninguna para ejercer su papel de crispador de la vida española. Son ganas de menospreciar la capacidad de imaginación del departamento de guiones de Génova 13 Rue del Percebe.

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