En otoño apetecen cremas y la de champiñones es una apuesta segura. Quizás no sea, a simple vista, de las más apetecibles por su color marrón o grisáceo, casi fantasmal (según la variedad de hongo), pero el sabor vence pronto al prejuicio. Tiene presencia, fuerza, un gusto exquisito. Enamora a los sentidos. Se puede utilizar el champiñón blanco de supermercado o su superprimo, el portobello, que le dará mayor potencia. Calentita, sienta muy bien, y mejor si se acompaña de picatostes o de las mismas setas salteadas como decoración. Es una crema con muchos minerales y muy fácil de preparar. Formato familiar para el día a día, un primer plato común en Francia o los Estados Unidos.

Receta de crema de champiñones

Ingredientes 4 personas:

• 1/2 kilo de champiñones frescos.
• 1 cebolla.
• 1 patata pequeña.
• 1 puerro.
• 1 diente de ajo.
• Leche evaporada o crema de leche (opcional).
• Pimienta negra molida.
• 1 litro de caldo de ave o de verduras.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Sal.

Elaboración:

No tiene mucha complicación, más allá de limpiar los champiñones y de asegurarte de que cuando los fríes  junto a las verduras se evapore el agua que sueltan. Los vegetales deben rehogarse con cariño, hasta que estén tiernos, pues allí está el fundamento del sabor. La leche evaporada interviene al final, una vez esté todo batido. Algunos cocineros no le echan patata, pero este tubérculo siempre da presencia y sustancia a las cremas. Otros fríen aparte los champiñones y después, antes de triturarlo, lo mezclan todo. Debes batirlo bien, que quede una crema tirando a líquida. Si la quieres muy fina, puedes pasarla por un chino.

1. Pica los vegetales:

Pela la cebolla y el diente de ajo y córtalos en daditos. Pica el puerro (solo la parte blanca y que esté bien lavado). Pon a calentar en una olla o cazuela un buen chorro de aceite de oliva virgen. Pon a pochar los vegetales en él, junto a una pizca de sal. Hazlo a fuego bajo, que no queden dorados.

2. Limpia los champiñones:

Limpia con un trapo los champiñones y córtalos en dados medianos. Reserva algunos para la decoración final. Añade los hongos a la olla junto a las verduras. Deja que se hagan durante unos cinco minutos. Agrega la patata pelada y cortada en trozos muy pequeños. Que continúe friéndose, mientras remueves de vez en cuando, hasta que las verduras estén tiernas y las patatas casi hechas. Hazlo con la olla tapada.

3. Añade el caldo para la futura crema de champiñones:

Echa el caldo a la olla (que los cubra bien) y llévalo a ebullición durante unos diez minutos. En una sartén saltea los champiñones que habías reservado, cortados en láminas. Guárdalos para la decoración. Apaga el fuego y tritura en la misma olla o en otro recipiente los champiñones y los vegetales junto al caldo sobrante. Agrega la leche evaporada o crema de leche. Añade una pizca de sal y pimienta negra. Mézclalo bien. Cuando lo sirvas, deposita sobre la crema los champiñones salteados y unos picatostes.

➥ Continuamos con una deliciosa crema de calabaza.