A mitad de camino entre la salsa, la guarnición, y la ensalada, el pico de gallo es una sencilla receta mexicana. Fuego y frescura. Las verduritas más chingonas que te servirán como acompañamiento de platos o para nutrir los tacos y otras preparaciones. Consiste en un conjunto de verduras cortadas en brunoise (daditos pequeños) y picadas: normalmente tomate, cebolla tierna o morada, chile jalapeño, y cilantro.

No tiene más secreto que conseguir los ingredientes (el chile jalapeño fresco o en conserva). El resultado es un picadillo de verduras que puedes utilizar en ensaladas o en aquellos platos en los que quieras aportar un punto picante y a la vez fresco (por ejemplo, en un asado, un bocadillo, o como guarnición de pescados). Los mexicanos suelen usarlo en nachos, quesadillas, o incluso mezclándolo con guacamole (una vez machacado el aguacate).

Hoy en día venden los jalapeños en muchos supermercados, normalmente en conserva. Así que no deberías tener problemas para llenar tu pinche cocina de sabor azteca. Necesitarás cilantro para darle el buqué mexicano, pero también puedes intercambiarlo por perejil u otra hierba aromática.

Receta de pico de gallo

Ingredientes 4 personas:

• 2 tomates medianos.
• 1/2 cebolleta o cebolla tierna.
• Un puñado de cilantro fresco picado.
• 1 chile jalapeño (si es en conserva, calcula en función de tu tolerancia al picante).
• 1 lima.
• Sal.

1. Corta la verduras y prepara la mezcla:

Pica la cebolleta. Lava los tomates, quítales las pepitas, y córtalos en daditos pequeños. Pica el cilantro fresco. Pica el jalapeño (sin pepitas). Mézclalo todo en un bol. Aderézalo con el jugo de lima y un poco de sal. Remueve. Sírvelo a temperatura ambiente o tras reposar en la nevera durante media hora.

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