La trama mediática

Chávez, ETA, Zapatero

Espero que hayan hecho sus ejercicios respiratorios antes de llegar a estas líneas, porque hoy empezamos sin contemplaciones. Al grano: "Ni siquiera ETA es un grupo odioso para ZP. Ciertamente, le molesta que mate repercutiendo en su popularidad, pero ZP cree en lo más profundo de su rojo corazón que se trata de un grupo de luchadores anti-franquistas, que se puede –y debe– pactar con ellos y que se les puede hacer concesiones anticonstitucionales para que se sumen a su causa contra la derecha que, por definición, es peor". Agradezcánle el rodillazo en el plexo solar a César Vidal, que previendo que sus camaradas columneros de La Razón iban a hacer sus abluciones con el mismo cóctel de ron y txakoli que él, no quiso que ninguno le quitase el honor de soltar la más gorda.

Le salió bien. Incapaz de competir con tal regüeldo, José María Marco tuvo que conformarse con la medalla de plata del campeonato comarcal de tiro por elevación. Y eso que se había esforzado lo suyo. Vean: "Nuestros actuales gobernantes nunca dejarán de prosternarse, con todos los sacrificios necesarios, ante el altar revolucionario. Así que los españoles estamos vendidos ante los Chávez y los Castro de este mundo". La tercera plaza fue para Martín Prieto, que tal vez se equivocó de concurso. Aunque contenía los ingredientes reglamentarios -ETA, Gobierno, Latinoamérica-, si por algo destacaba su pieza era por un cinismo de la talla XXL: "Siempre que voy a Montevideo paso por un restaurante vasco, a un tiro de piedra de nuestra embajada, propiedad de unos etarras que no disimulan para nada su condición". Ya, que tus convicciones ideológicas no sepan lo que hace tu estómago.

La mano que mece la cuna

Desde ABC también probó fortuna César Alonso de los Ríos, otrora progre bramante en Triunfo y hoy cascarrabias sin mucho predicamento en la acera de enfrente. Sospecho que me cuento entre la docena escasa de ojos compasivos que leyó esto: "Como rojo ortodoxo, Zapatero no puede dejar de defender las últimas encarnaciones históricas de la izquierda, representativas lógicamente de la progresiva depauperación ideológica y cultural que lleva sufriendo esta desde hace años. Así montó una auténtica cruzada por Sadam".

Con más credibilidad, el periódico que le da asilo titulaba su editorial "Cuba, la mano que mece la cuna" y hablaba de la "dictadura mimada de la diplomacia española". Sí, yo también recuerdo los viajes de Fraga y Aznar.

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