Egipto recibirá en los próximos días 4.000 millones de dólares de ayuda de Arabia Saudí y 1.800 de los Emiratos Árabes Unidos. Estas ayudas millonarias no son las primeras ni serán las últimas desde el golpe de julio.

Los países de la península arábiga se oponen frontalmente al islamismo político que encarnan los Hermanos Musulmanes, de manera que han visto en el régimen egipcio un aliado importante para luchar contra las corrientes cada vez más activas del islam político que podrían amenazar la estabilidad de las monarquías del Golfo.

El apoyo que recibe Egipto de esos países es esencial para su subsistencia y con toda seguridad seguirá en esta misma línea en el futuro, probablemente de manera indefinida. Egipto lo va a necesitar, especialmente si la situación se deteriora gravemente, una posibilidad que no se puede descartar.

La misma estabilidad de Egipto corre ahora mucho más peligro puesto que poco a poco se va consolidando la lucha armada.

El ejército comunicó la semana pasada la muerte de al menos trece "terroristas" en la península del Sinaí, que es la zona más inestable del país, la base desde donde opera el grupo Ansar Beit al Maqdis, el que más atentados se ha atribuido desde el golpe.

El ejército está tratando de extrangular a ese grupo en su propio cubil antes de que sus actividades se extiendan a la zona continental de una manera masiva y similar a la del Sinaí.

De hecho, varios de los atentados que han sufrido las fuerzas de seguridad en el área de El Cairo durante las últimas semanas se los han atribuido Ansar Beit al Maqdis.

Y los atentados han sido de dos tipos. Unos aparentemente aleatorios contra policías rasos, y otros selectivos contra los máximos responsables del ministerio del Interior que dirigen la lucha antiterrorista, incluido el titular de ese ministerio, que logró zafarse y escapar con vida por muy poco.

La policía ve con preocupación que tres de los atentados hayan tenido lugar a las puertas de los domicilios de las víctimas, ya que esto significa que Ansar Beit al Maqdis dispone de información muy precisa acerca de los movimientos de los máximos responsables policiales.